TAMPICO. El sistema lagunario del Tamesí-Chairel, ubicado en la zona sur de Tamaulipas, perdió cuatro centímetros este fin de semana, en la escala hidrométrica pasó de los 20.5 a 16.5 centímetros como consecuencia climática y por fugas hacia el mar, lo que agrava la situación crítica que ya presenta el embalse, informó José Luis León Hurtado director de la Casa de la Naturaleza en Tampico, organismo no gubernamental.
Señaló que el frente frío número 39 terminó por acelerar las corrientes, provocando una nueva fuga de agua dulce hacia el Golfo de México por el río Pánuco, lo que implicó una pérdida significativa para la reserva.
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El 47.8 por ciento de la entidad, casi la mitad de su territorio, presenta un grado de sequía Anormalmente Seco, de acuerdo con la escala que maneja la Comisión Nacional del Agua (Conagua), lo que ubica a Tamaulipas en el quinto estado con una mayor problemática de este tipo.
En Tamaulipas, cuatro ciudades que son casi toda la extensión de la entidad -a lo largo de la costa del golfo de México- presentan sequía extrema, mientras que los municipios del sur, Tampico, Madero y Altamira, además de otras 12 localidades, registran la fase Anormalmente Seco, de acuerdo con el mapa de monitoreo de sequía.
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El mapa de la Conagua también indica que el estado tiene siete municipios en la fase de Sequía Severa, incluyendo la capital, Ciudad Victoria. En lo que respecta a Sequía Moderada, la dependencia ubica 14 localidades dentro de esta categoría, entre ellas Gómez Farías, donde se localiza la Reserva de la Biosfera de El Cielo, una zona boscosa que nutre de agua a la mitad de la entidad.
Hurtado insistió en que la dependencia debe supervisar que no existan fugas de agua dulce de la represa natural del Tamesí, “porque llama la atención que en ocho horas haya descendido la escala hidrométrica de 19 centímetros a 16.5, pues ya también está agravando la problemática el viento del norte, así como los escurrimientos, porque el dique es muy antiguo”.
Detalló que el sistema lagunario del sur de Tamaulipas está a diez centímetros de volver a alcanzar el nivel crítico histórico de cinco centímetros, observado en mayo de 2021, cuando la fuerza del mar ingresó al vaso de captación, sufriendo los habitantes, los comercios y los industriales el suministro de agua salada.
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Refirió que esa situación se presentó porque el nivel del mar era más alto que el sistema lagunario del río Tamesí-Chairel, además de que las compuertas del dique siempre estuvieron abiertas, sin vigilancia federal. Agregó que, si el sistema de exclusas está mal sellado, se va el agua, por eso se necesita que la Conagua, como cabeza de sector, controle las compuertas, ya que toda la infraestructura hidráulica depende de la Comisión Nacional del Agua.
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