La elaboración de ollas de barro para piñatas es un oficio ancestral en el municipio de San Marcos y es en la actualidad, la principal fuente de ingresos económicos de familias de la colonia que lleva el nombre de Barrio del Cántaro.
Su elaboración aún es rústica, artesanal y mujeres esculpen las ollas que dan vida a las piñatas no solo en el municipio de San Marcos, también se venden en Acapulco, Zihuatanejo, Chilpancingo y otros estados como Puebla y la Ciudad de México. La familia Niño, en el Barrio del Cántaro llevan 130 años dedicándose a la alfarería, elaboración de cantaros y ollas para piñatas, la enseñanza va pasando de generación en generación utilizando siempre las técnicas rústicas y material de la región, que permita hacer trabajos de barro en calidad.
“Utilizamos dos tipos de barro, barro rojo y el barro al que llamamos chicludo, para que se pueda dar la forma a las ollas, diariamente se producen alrededor de 100 ollas, que después de ser elaboradas se dejan por un día secar al sol y ya por la tarde se queman en un horno que también es artesanal, con vástago de coco durante cuatro o cinco horas para estar listas a la venta, en promedio una olla tiene el costo de 13 pesos o más, dependiendo la cantidad de ollas que se quieran adquirir, entre mayor número de ollas el precio disminuye” señalaron alfareras del barrio.
Además informaron que en esta temporada se llegan a vender más de 2 mil ollas para las piñas que se venden en todo el estado de Guerrero, Puebla y la Ciudad de México, lo que les deja ganancias de más de mil pesos diarios durante el mes de diciembre.
Alfareras manifestaron que pese a que ha habido apoyo por parte de las autoridades para ayudarles con materia prima y capacitación en algunos de los casos, hace falta abrir más mercados o darle un valor agregado a su trabajo para no solo tener ganancia en temporadas como la del mes de diciembre, si no todo el año.