La Universidad de Guadalajara (UdeG) lamenta el asesinato del alumno de la preparatoria regional de Santa Anita, Francisco Javier García García, quien fue atacado por al menos dos personas durante un asalto la madrugada del pasado domingo.
García García, de 16 años de edad, y alumno de primer semestre, fue abordado cerca de las 2:00 horas, cuando llegaba a su domicilio junto con un amigo, en la colonia Vistas del Valle, en Tlajomulco. Al negarse a entregar su teléfono celular uno de los asaltantes lo apuñaló en el abdomen, dejándolo herido de gravedad, informó el coordinador de Seguridad Universitaria, Montalberti Serrano Cervantes.
El funcionario universitario afirmó que, de acuerdo con la información que se tiene hasta el momento, la ambulancia se demoró en llegar al lugar, por lo que el adolescente murió
desangrado.
Serrano Cervantes explicó que el presunto agresor fue retenido; es menor de edad y se encuentra en espera de los resultados de la investigación contenida en la carpeta de investigación 100438/17.
El pasado 29 de agosto el alumno destacado de la preparatoria de Tonalá, Francisco Álvarez Quesada, de 17 años, fue asesinado en la colonia Olímpica por el mismo móvil, el robo de su teléfono celular.
Esta casa de estudios condena la violencia y el clima de inseguridad al que están expuestos los estudiantes de la UdeG y de otras instituciones educativas en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
VAN 371 INCIDENTES EN EL AÑO
Fracasan los esquemas de seguridad en torno a los centros universitarios y escuelas preparatorias, que acumulan, en lo que va del año, 371 incidentes, dos estudiantes asesinados en asaltos y solo en el último mes, más de 101 asaltos y agresiones contra integrantes de la comunidad universitaria, incluyendo funcionarios y académicos. El presidente de la FEU lanzó un llamado a al fiscal general y a todos los comisarios de la Zona Metropolitana: “Sino pueden,
renuncien!”.
El recuento que tienen autoridades universitarias y la propia FEU desde que comenzó el año es de 371 incidentes delictivos, todos afuera de las instalaciones, que, por su parte, han reforzado acciones de seguridad instalando videocámaras y accesos controlados, incluso por huella dactilar. Francisco Álvarez y Francisco García, estudiantes de la preparatoria de Tonalá y de Santa Anita, perdieron la vida en asaltos, por quitarles su teléfono celular.
Y precisamente a partir del deceso de Francisco Álvarez, las autoridades se supone que reforzaron las medidas de seguridad.
