Luego de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) emitió medidas cautelares a la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (Digpres), esta dependencia tendrá que concretar tres de las cinco acciones sugeridas, debido a que el resto ya se aplicaban desde antes de la muerte del trabajador de mantenimiento de la Comisaría de Prisión Preventiva por supuesto Covid-19.
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Las medidas que faltan de concretar son las de: Otorgar apoyo psicológico e información al personal de la Comisaría de Prisión Preventiva, respecto a los hechos en los que perdiera la vida el servidor público. Así como la de iniciar el Estudio de Contactos del fallecido para seguir la cadena de transmisión del virus. Además de la de autorizar al personal que integra la citada lista de red de contacto, el resguardo en sus domicilios durante el plazo necesario para evitar más contagios y dar seguimiento a su estado de salud.
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Estas no se habían concretado, debido a que, hasta este domingo, esa dirección no había recibido de parte de la Secretaría de Salud la confirmación de muerte por Covid-19 del trabajador, sin embargo, el listado de personas con las que tuvo contacto se realizó de manera preventiva al darse a conocer, según manifestaron fuentes consultadas de dicho centro penitenciario.
Igualmente, ya se había puesto en cuarentena a los trabajadores administrativos y operativos que forman parte de la población vulnerable a contagio de coronavirus.
Asimismo, en otro de los puntos se establecía informar las medidas que se implementaron para evitar la propagación del virus entre la población penitenciaria, situación que desde el mes de marzo se dio a conocer al suspenderse las visitas, además de que se implementaron filtros sanitarios en los ingresos de cada uno de los centros penitenciarios que integran el complejo de Puente Grande.
Finalmente, ya se aplicaba la de informar a los familiares de las personas privadas de la libertad, enfermos o bajo sospecha de Covid-19, cuál es su estado de salud, sin embargo, ello no se hace a diario como lo indica la recomendación, sino solamente cuando hay algún cambio de síntomas, aunque los familiares pueden hablar a un número telefónico asignado para preguntar el estado de salud de ellos, mismo al que también pueden llamar los consanguíneos de toda la población penitenciaria.