El complejo penitenciario de Puente Grande estuvo de manteles largos, con la graduación de 128 personas privadas de su libertad, que concluyeron sus estudios de Bachillerato Intensivo Semiescolarizado y Preparatoria Abierta.
Las mujeres y hombres que recibieron su certificado de bachillerato residen en el Reclusorio Metropolitano, la Comisaría de Reinserción Femenil, la Comisaría de Prisión Preventiva y la Comisaría de Sentenciados.
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Ellos son la Generación 22-D de un esfuerzo educacional derivado de convenio firmado en noviembre de 2020 entre la Secretaría de Educación y la Dirección de Prevención y Reinserción Social del Estado (DIGPRES).
En el acto académico fue encabezado por la coordinadora de asesores de DIGPRES, Fátima Valdivia Oropeza, en representación del director General de Prevención y Reinserción Social, José Antonio Pérez Juárez; también estuvo presente el secretario de Educación Pública de la entidad, Juan Carlos Flores Miramontes.
"La reinserción social dota de herramientas y conocimientos a las personas en formación para la libertad, lo que sólo es posible con la vinculación de instituciones corresponsables como la Secretaría de Educación Jalisco", señaló Valdivia Oropeza.
Uno de los graduados, de nombre Carlos, expresó su orgullo por concluir esa etapa de formación educativa.
"La familia es el vínculo principal de cada ser humano, cada decisión es importante, somos la suma de nuestra decisiones; quiero agradecer, honrar lo más importante en mi vida, mis padres; cuando ingresé pensé que me cortarían las alas, hoy sé que aquí me crecieron".
Como eje fundamental de la reinserción social, la educación busca dotar a las personas privadas de la libertad de habilidades y conocimientos que en su reintegración a la sociedad propicien un acceso productivo y ejemplar a la vida.