El cuerpo de un hombre permaneció durante tres años en el Servicio Médico Forense. Sus familiares acudían continuamente para buscarlo, pero les decían que no lo habían encontrado.

Alejandro Medina Soto fue visto por última vez en diciembre de 2014. El día que desapareció, despertó, se bañó, desayunó, convivió con su familia y salió de su casa a bordo de su camioneta Ford Lobo verde. Ya no regresó.

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“En la noche de ese mismo día, que no llegaba, nos empezamos a preocupar, y al día siguiente más. Al día siguiente ya fue cuando fuimos a reportar”, detalló Daniel Alejandro, hijo de Alejandro.

Los familiares presentaron la denuncia ante el Ministerio Público. Le entregaron fotos, información de sus características físicas, documentos y toda la información para conformar un expediente.

Desde ese entonces acudían una o dos veces por semana al Servicio Médico Forense para buscarlo. Siempre les decían que aún no lo encontraban, a pesar de que el cuerpo se encontraba ahí desde noviembre de 2015, cuando fue encontrado en un canal de aguas pluviales, en la Avenida Adolfo B. Horn, en Tlajomulco.

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“Nosotros hablábamos íbamos personalmente a Semefo a ver si encontrábamos algo, a ver si el ADN hacía match con cualquier cuerpo que tuvieran ahí, y nos decían que no, que no habían encontrado nada, que todavía no apareció. Durante estos tres años casi cuatro años, fuimos constantemente”.

El pasado jueves acudieron a buscar de nuevo el cuerpo de Alejandro. Ese día, después de tres años, lo identificaron por unos tatuajes, en unas fotografías del 2015, que nunca les habían mostrado en las anteriores ocasiones en las que habían acudido.

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“Como a eso de las 10 de la noche, mi mamá me llamó avisando que habían encontrado el cuerpo de mi papá. Había visto unas fotos que habían tomado en Semefo del 2015, con unos tatuajes de mi papá, de esa manera fue como lo identificaron”, indicó Daniel Alejandro.

En el Semefo se justificaron por no haber entregado el cuerpo cuando fue localizado: “Nos dijeron que como en ese año no hacían pruebas de ADN a los cuerpos, yo desconozco, si es verdad o no. Esa fue la excusa que a mí me dieron, que no hacían pruebas de ADN, por lo cual nunca hicieron el match con la de mi abuelita, la mamá de mi papá, por eso no nos avisaron. A mí no se me hace excusa porque íbamos nosotros constantemente he revisarlas fotos que ya tenía, esas fotos nunca no las mostraron”, apuntó Daniel Alejandro.

Una vez identificado el cadáver tuvieron que esperar hasta el sábado para que se los entregaran…

“No sabían si estaba ahí (en las instalaciones del Fraccionamiento Revolución) o estaba en el de Belén (a un costado del Hospital Civil Viejo) es lo que ellos me decían, así que podía estar ahí o en Belén. Eso me molestó mucho porque tenía un registro, pero no sabían exactamente dónde estaba el cuerpo”.

Finalmente, el cuerpo se los entregaron el pasado sábado después de un largo papeleo.

Cuerpos no reclamados inhumados

La Secretaría General de Gobierno informó que ya han sido inhumados 65 cuerpos no identificados por sus familiares, además de otros 18 que ya fueron entregados a sus seres queridos, de estos tres fueron inhumados en las gavetas de Gobierno del Estado en el Panteón Guadalajara ya que no contaban con recursos para sepultarlos.