El ex policía Jonathan Rodrigo Ramírez Carbajal, fue abandonado por la Secretaría de Seguridad del Estado, después de que sufrió diversas heridas durante un enfrentamiento mientras era elemento de la Fuerza Única Metropolitana (FUM), por lo que quedó impedido para desempeñar otro empleo.
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La corporación no lo ha liquidado y al pensionarse no obtuvo las prestaciones correspondientes, por lo que él fue uno de los elementos que se manifestó este viernes en Palacio de Gobierno.
El 12 de junio de 2017, Jonathan junto con un grupo de efectivos de la FUM, acudieron a atender un reporte al municipio de Tlajomulco, en el cual se suscitó un enfrentamiento con civiles.
"Yo como encargado del operativo al llegar al lugar, personas fuertemente armadas estaban en una bodega con gente maniatada, nos reciben a balazos. Implementó el dispositivo de seguridad para que los compañeros se protegieran en lo que yo los cubro. Al momento de querer correr yo ya traía un impacto de arma de fuego en la pierna izquierda, caigo y la camioneta (de los civiles) me pasó por encima y me arrastró por 30 o 50 metros", contó el ex uniformado rodeado de sus tres pequeños hijos.
Al llegar paramédicos presentaba fracturas expuestas en mandíbula, brazo izquierdo, cráneo y fémur izquierdo. Debido a esas lesiones fue llevado a un hospital privado en donde estuvo seis meses. Durante ese tiempo, la dependencia le brindó todo el apoyo, pero luego le dio la espalda.
En abril de 2019 se pensionó con el 100% de su salario, sin embargo, por tratarse de un riesgo de trabajo debieron darle todas las percepciones que tienen derecho los policías, sin embargo, ello no sucedió.
"Todos los bonos nunca me los dieron, no me han liquidado, no me han indemnizado, me dieron un cheque de 170 mil pesos, los acepté por la economía y las deudas, pero al momento de ir a cambiarlo, el cheque no tenía fondos", lamentó a la vez que dio a conocer que tampoco el fideicomiso le fue otorgado.
Debido a toda esa situación presentó una demanda de trabajo, sin embargo, esta no avanzaba ya que le han puesto trabas. Al momento del accidente tenía un año y medio de servicio como policía estatal, tenía cargo de suboficial comandante.
Jonathan es padre soltero, tiene tres niños de 6, 10 y 11 años, para ellos es un héroe.
"Me ven como un héroe porque entregué la vida y mi uniforme, anteriormente fui militar 6 años, soy representante de la autoridad por vocación y mis hijos querían ser policías, pero al momento en que me sucede todo esto, están arrepentidos 'y dicen yo ya no quiero ser policía'".
Los pequeños se solidarizaron con su padre -quien en momentos tiene que usar silla de ruedas-, y lo acompañaron a manifestarse junto con otros elementos que exigían la dignificación del trabajo policial.
Ramírez Carbajal, reconoce que sólo reclama lo que le corresponde.