A tres días del multihomicidio ocurrido en la colonia La Jauja, en Tonalá, la policía municipal destinó una patrulla para la vigilancia en el cruce de las calles Rucias Negras y Emiliano Zapata, en donde ocurrió el asesinato de los 11 trabajadores de la construcción.
Los vecinos entrevistados dijeron sentir más seguridad con la presencia permanente de los policías.
"Yo pienso que sí da un poquito más de tranquilidad a como están las cosas, a los vecinos para que estén un poco más tranquilos. Han hecho cambios, pero en sí no se han movido”, apuntó un vecino que sólo se identificó como Rogelio.
Los vecinos señalan que algunos habitantes de la zona han comenzado a cambiarse de casa por temor a la delincuencia.
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"Claro que sí hace diferencia porque ahorita ya hay personas que se están queriendo ir de aquí porque sienten la inseguridad que pueden volver (los sicarios) y todo", apuntó una mujer de 60 años que pidió omitir su nombre.
Hoy las calles de la colonia lucen casi vacías, poca gente caminando por la vía pública y sin niños jugando, cuando anteriormente era común ver a los pequeños jugando fútbol o en bicicleta.
“Antes los niños eran los que salían en bicicleta. Ellos salían en bicicleta, se paseaban sin ningún temor de nada. En lo personal yo no dejo salir a mis hijos ni a la esquina ni nada, yo soy la que vengo a comprar todo, por lo mismo, porque no sabemos ni qué vaya a pasar, pero ahorita se siente todo muy tranquilo", explicó una mujer de nombre Margarita.
En el lugar se encuentran todavía las veladoras que colocaron los mismos vecinos y familiares, además de los impactos de bala tanto en el muro como en un puesto semifijo de dulces que está a unos metros de donde estaban sentados 11 trabajadores de la construcción asesinados.