TALA, Jal. (OEM-Informex).- El pequeño José de Jesús González Cumplido, de 7 años, al que sus amigos y familiares conocen como "Pepe", comenzó a vender dulces y galletas, después de que se entristeció al saber que la corporación Bomberos BRAC de Tala, en la que labora su papá David González, pararía la obra del cuartel a falta de recursos económicos.
Desde 2009, David forma parte de la asociación civil Bomberos BRAC, incluso fue uno de los iniciadores de ese grupo de jóvenes voluntarios. Al paso de los años las emergencias fueron incrementándose en esa población cañera y el resto de la región Valles, por lo que ya era necesario que también la corporación creciera y así fue, sin embargo, la base que tenían ya era muy pequeña para el equipamiento donado que fueron consiguiendo con el tiempo.
Fue así que el pasado 15 de septiembre, BRAC inició el proyecto de construcción de una base digna desde la que pudieran operar y desplazarse de forma inmediata a los servicios de emergencia, sin embargo, al ser un grupo de apagafuegos voluntarios, no cuentan con ningún apoyo gubernamental.
La obra ha ido avanzando con las donaciones de los pobladores, pero los recursos económicos se han reducido, por eso hace días David y su primo Rigoberto González Romero, quien también es parte de la agrupación, comentaron que pararían la edificación ante la falta de dinero.
Esa plática fue escuchada por Pepe, quien se llenó de tristeza y quiso solidarizarse con su papá y su padrino Rigo.
"Todo empezó porque el niño nos escuchó apurados porque teníamos que comprar las vigas, que nos endeudamos y se puso triste porque pensó que íbamos a parar. Como que le pegó en el sentimiento, fue y le dijo al abuelo, y él dijo 'ten ponte a vender galletas para que les ayudes' y ahí anda vendiendo. Hoy le fue bien porque está el tianguis ahí, pero dice que mañana (lunes) se va a ir a la plaza a vender", contó Rigo sobre su pequeño ahijado.
Por su parte, David al ser entrevistado contó su sentir respecto de la acción de su hijo: "se siente bien saber que el niño a su corta edad tiene este tipo de acciones, que no es la única, siempre nos ha demostrado tener un corazoncito muy noble y esta vez se puso a vender galletas en la banqueta de la dulcería que tiene mi papá".
El señor Rigoberto González Barba, abuelo del niño y propietario de la dulcería Panchito, ubicada en el Centro de Tala, fue el encargado de gestionar con un proveedor que le donara cajas de mercancía para que vendiera sobre la calle Constitución entre 8 de Julio y Abasolo.
Este domingo Pepe, vendió los dulces y recabó junto con sus primos Ángel y Felipe, 480 pesos. Además, tienen un bote con el piden dinero a quienes no le compran sus productos, ya que está decidido a recaudar 3 mil pesos que se propuso como meta para seguir viendo a su padre feliz por cumplir su sueño de tener una base de bomberos digna.
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Actualmente la obra se encuentra al 35% por lo que la corporación pone a disposición de la ciudadanía, el número 3847332134 para solicitar informes sobre las aportaciones económicas y en especie, para continuar con el proyecto.