Desde la noche del pasado 30 de enero, Jonathan Giovani Silva Mendoza, de 21 años, salió a trabajar al Mercado de Abastos, en una bodega de papas ubicada en la calle Nopal.
La mañana del domingo 31 de enero, su mamá Luz Esthela Silva recibió un mensaje diciéndole que estaba bien y de ahí en adelante no ha sabido nada de él.
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A lo largo de ese día y hasta entrada la madrugada del 1 de febrero, Luz Esthela le llamó y le mandó varios mensajes a su hijo, pero nunca le contestó.
Inmediatamente presentó la denuncia ante la Fiscalía, en donde hasta la fecha no le han dado avances de la investigación.
“Yo fui hace unos 15 días a Fiscalía. Me hicieron una entrevista referente a los números y ellos me dijeron que el número de mi hijo estuvo activo hasta las 21:00 horas del 31 de enero. Yo no miento, yo le hablé antes de las 22:00 horas del día 31 y estaba prendido”.
Los días y las semanas pasan y no hay una sola pista sobre el paradero de Jonathan Giovani.
“A mi hijo se lo tragó la tierra, nadie sabe nada, nadie dice nada. Yo no busco problemas, yo solo busco a mi hijo. Yo no quiero culpables, yo no quiero nada. Yo tan sólo quiero a mi hijo.