Al complicarse su salud al estar hospitalizado por la lesión que se ocasionó en el colapso de la bóveda del templo de Corpus Christi, uno de los fieles murió. Para el arzobispado la lesión no desencadenó su muerte por lo que no prevén un posible problema legal por parte de los familiares de la víctima.
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El señor Juan Manuel, de profesión doctor, de entre 75 y 80 años, fue uno de los 14 heridos en el incidente. Ese día fue trasladado al hospital Bernardette, pero por una situación del nosocomio no fue posible su ingreso así que fue llevado al Santa María Chapalita.
Ahí permaneció hospitalizado en atención a la herida causada ese 24 de junio, sin embargo, su salud se complicó con neumonía.
La causa de su muerte fue por neumonía y no por la lesión, sin embargo, al estar en el hospital fue que contrajo esa enfermedad.
Sobre ese deceso, el padre Antonio Gutiérrez Montaño, vocero del Arzobispado de Guadalajara, reconoció que la salud del hombre que ese día estaba en misa de 12, se fue deteriorando por dicha enfermedad respiratoria.
"Se trata de una persona de más de 70 años, se complicó su salud estando en el hospital, pero no como consecuencia directa del accidente, por una neumonía por un virus que ahí desgraciadamente adquirió y tampoco no es culpa del hospital, ni tampoco por desatención y de eso la familia está perfectamente consciente".
Aseguró que se tiene un trato cordial y de entendimiento con la familia del fallecido, es por ello que es posible que sus familiares no reclamen ninguna indemnización.
"Si desgraciadamente interviene alguien y dice 'creo que a este tema le podemos sacar algo de provecho', entra dentro del campo de las posibilidades, pero no hay elementos que digan los médicos que eso puede llegar a suceder", aseguró el vocero.
En lo que respecta a la estructura del templo, aseguró que es complicado definir si se volverá a reconstruir, ya que se debe definir el costo-beneficio.
Para el Arzobispado es importante el resultado de los dictámenes, así como la decisión de los feligreses y de los peritos de la propia institución eclesiástica.