La Dirección General de Prevención y Reinserción Social (Digpres) y la asociación civil Vivir para Trascender (VITAC) firmaron un convenio de colaboración, mediante el cual esta última brindará servicios de salud mental a las personas privadas de la libertad del Centro Integral de Justicia Regional (Ceinjure) de Ciudad Guzmán.
“La reinserción social sólo es posible con el respeto pleno a los derechos humanos de las personas privadas de la libertad (...) por ello nuestro especial interés en otorgar servicios de salud física y psicológica a la población penitenciaria”, indicó el director Jurídico de Digpres, Roberto Lares Gil, en representación del titular de Reinserción Social del Estado, José Antonio Pérez Juárez.
Acompañado de los directivos de reclusorios estatales, Lares Gil formalizó el convenio en presencia del presidente de VITAC, Diego Martín Salcido Robles, y su directora de proyecto, María de Lourdes Zúñiga Baca.
El director Jurídico de Digpres señaló que a las autoridades penitenciarias estatales que “nos queda claro que no nos toca juzgar a las personas privadas de la libertad, sino atenderles como personas para que recuperen su libertad plena”.
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Enfatizó que de las más de ocho mil libertades ejecutadas desde el inicio de la actual administración, sólo se registra una reincidencia de .98% con nuevas sentencias.
VITAC prestará servicios de salud mental a personas privadas de la libertad en el Ceinjure de Ciudad Guzmán, como inicio de esta colaboración institucional, labor profesional que incluirán terapias, talleres y cursos impartidos por psicólogos, tanatólogos y criminólogos, para el desarrollo de habilidades personales y sociales, con el fin de disminuir riesgos que frustren la reinserción social plena de las personas privadas de la libertad.
Su labor, como explicó su presidente y fundador, Diego Martín Salcido Robles, asesora y acompaña a las personas privadas de la libertad en el reconocimiento de su dignidad, “ya que lo que hicieron no los define como seres humanos”.
Su labor será acompañamiento a las personas privadas de la libertad en el reconocimiento de su dignidad, ya que lo que hicieron no los define como seres humanos.
Pero no sólo los internos serán atendidos, sino también sus consanguíneos, ya que el cambio positivo debe incluir también los entornos familiares y comunitarios. VITAC registra experiencia de 25 años en centros de reinserción social en Sonora, Baja California, Michoacán y ahora Jalisco.