El policía Rodolfo Exaul Velarde Alba al que le prendieron fuego en la manifestación del Centro Histórico del 4 de junio en la que se exigía justicia por Giovanni, fue ascendido y condecorado por el Ayuntamiento de Guadalajara por mérito policial. Él aún se recupera de las lesiones ocasionadas aquel día.
Por primera vez, el oficial perteneciente al escuadrón motorizado Gamas, de la Policía tapatía habló sobre lo sucedido. Contó que tenía alrededor de 15 minutos que había arribado al cruce de Juárez y Colón, ya que uno de sus compañeros había sido agredido por una mujer, por lo que él acudió a brindarle apoyo, sin imaginar que sería blanco de un atentado.
"Recuerdo que me llegó un olor a solvente conocido como tinner. Ya cuando quise reaccionar, ya nomás veía puro fuego, sentía mucho ardor, mucho calor, ya no veía ni a las personas mas que puro fuego (...) En la segunda ocasión que yo estaba en el piso, me entró el sentimiento, imaginé que ya no iba a librarla, como veía que no me podían apagar, yo pensé que ya iba a quedar ahí".
Chécalo:
Aseguró que luego de ello, volvió a nacer: "cuando sentí el primer chorrito de agua sentí otro suspiro. De hecho recuerdo que la adrenalina me invadió, ya sentí el agua y sentí que volví a respirar".
Tras la agresión que sufrió, Rodolfo Exaul fue llevado a un puesto de socorros para una primer valoración, en ese momento un compañero le tomó una foto, la cual fue difundida en redes sociales; indicó que con ella quiso enviar un mensaje a los uniformados.
"Fue como una forma de animar a los compañeros, a pesar de que yo estaba con bastante dolor, fue una forma que yo lo quise hacer para darles el ánimo a los compañeros para que no decayera, que se dieran cuenta que podemos seguir en pie a pesar de todo".
Al borde del llanto recordó que fue una situación difícil el ver preocupados a sus familiares por su salud, incluso su mamá quien reside en Estados Unidos, tuvo que llegar de urgencia a Guadalajara para apoyarlo y corroborar que se encontraba bien.
Exaul, de 35 años, quien tiene 10 años de servicio en la Comisaría de la Policía de Guadalajara, sufrió quemaduras en la nuca, espalda baja y fractura en la rodilla derecha, así como daño en los ligamentos, ya que en su desesperación por apagarse, su moto le cayó encima. Actualmente camina auxiliado por un par de muletas.
Expresó que deja en manos de la Fiscalía Estatal el localizar a su agresor. A casi dos meses de esa manifestación, el presidente municipal, Ismael del Toro Castro reconoció su labor al servicio de los tapatíos.
"Se siente bonito que la Comisaría, el presidente, reconozca las acciones de nosotros como policías. Después de lo malo viene lo bueno entonces es muy grato ver el apoyo de todos los compañeros, de los amigos, de la familia", dijo el oficial en compañía de su esposa.
Por esos hechos, así como por participar en una serie detenciones importantes, el Gobierno de Guadalajara lo ascendió, por lo que a partir del primero de agosto dejará de ser policía tercero para escalar a policía segundo.