La zona en la que fueron asesinados los 11 albañiles en la colonia La Jauja, de Tonalá, ya fue pintada de blanco para tapar las manchas de sangre tras el multihomicidio. Además, los vecinos de la zona formaron una cruz con las veladoras que horas antes habían colocado junto a los cuerpos.
Ese gesto fue hecho porque los colonos, porque conocían a los trabajadores fallecidos, ya que laboraban en esa zona.
"Trabajaban aquí en enfrente. Aquí se sentaban a comer", señaló una de las vecinas del lugar.
Otra más narró cómo vivió el hecho: "Corrimos, nos encerrarnos. Luego mi hijo andaba en la calle, toda la gente escondida y yo en la calle buscando a mi hijo a llore y llore. A mí me tocó ver todo, probrecitos como quedaron".
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Con temor la misma mujer confirmó lo que otros habitantes también señalaron: que la violencia en la zona es el pan de cada día.
"Diario aquí hay muchos muertos, cuando no hay para aquel lado del estanque, los dejan tirados, pero diario, diario hay aquí en todo esto", reconoció que por miedo ya mejor evitan pedir que las autoridades les brinden seguridad.
En tanto que otro, contó que por alrededor de un minuto se escucharon los disparos, por lo cual también optó por resguardarse en su casa junto con su familia.
Tras el multihomicidio, personal del Ejército Mexicano permaneció este domingo custodiando el área.