Emotiva fue la marcha que madres de desaparecidos de Jalisco organizaron previo al 10 de mayo, fecha en la que para ellas no hay nada que celebrar, porque no saben en dónde está ese hijo que le llevaba flores, esta hija que al despertar les hacía demostraciones de cariño, para ellas no hay más que dolor, y ello lo reflejaron en la manifestación silenciosa.
Desde antes de las 18:00 horas, madres, hijos, amigos y familiares de los desaparecidos, así como ciudadanos en general se concentraron en la Plaza de la República de avenida México y Chapultepec. La mayoría de ellos vestidos de blanco avanzaron hacia Chapultepec. Los rostros de los manifestantes eran de dolor, muchos de ellos portaban pancartas con las fotos de sus familiares.
Avanzaron en silencio hasta Hidalgo, en donde se integró el vocalista de Café Tacvba, Rubén Albarrán, quien solidariamente se unió al dolor de las mamás y demás presentes.
La marcha se tornó emotiva cuando estudiantes con la mano empuñada y alzada fueron encontrados sobre la avenida Vallarta. Momentos después otro grupo de alumnos recibió a las familias en la Glorieta de las y los Desaparecidos, con el ensordecedor grito: "No están solas, no están solas".
En la glorieta también estuvo el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Alfonso Hernández Barrón, que calificó la situación como un monstruo que lástima a las familias: "En las últimas fechas particularmente en Jalisco y acá en Guadalajara, ha mostrado la dimensión de este monstruo que nos arrebata a nuestros jóvenes, lástima a nuestros seres queridos y que pareciera que por fin la sociedad se da cuenta de que éste es un problema real y profundo", además llamó a las autoridades a una actuación eficaz y a la sociedad a denunciar.
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Hernández Barrón dijo que la comisión que encabeza sufre el dolor de las familias de desaparecidos y acompaña a las víctimas: "Es mucho sufrimiento y algún día vendrá el juicio de la historia, quienes hoy tenemos la oportunidad como instituciones o como sociedad de hacer algo para aliviar este dolor, tendremos que hacerlo o vivir con ello".
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Finalmente y al caer la noche, los afectados dejaron veladoras, fotografías y mensajes a sus desaparecidos, con la esperanza de algún día volver a verlos.
