Pertenecía a la Guardia Nacional el joven que llegó muerto a la Nueva Central Camionera de Tlaquepaque, a bordo de un autobús que previamente había sido asaltado en el municipio de Cocula.

Él fue identificado como Ernesto Hernández María, habitante del poblado El Corcovado, en el municipio de Autlán de Navarro.

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Ese día tomó el camión para reintegrarse a sus actividades en esa corporación y para ello tomó el camión de la línea Autocamiones del Pacífico, el cual había salido de Manzanillo, en Colima.

A la altura del municipio de Cocula, tres sujetos le pidieron la parada al camionero y este se detuvo para que abordaran, pero estando arriba les notificaron que se trataba de un asalto.

Pobladores de Autlán de Navarro que iban a bordo, aseguraron que realizaron dos detonaciones de arma de fuego y luego descendieron, después de despojarlos a todos de sus pertenencias.

Indicaron también que el chofer nunca se paró a revisar si todos los pasajeros estaban bien.

Fue hasta la avenida Colón, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, cuando uno de los tripulantes le avisó al conductor que un pasajero estaba inconsciente y que tenía sangre.

Después el chófer se lo llevó hasta la Nueva Central, en donde dio aviso a las autoridades de la terminal de camiones.

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Luego que el cuerpo fue entregado a sus familiares tras previa identificación, el personal de la Guardia Nacional le realizó un homenaje en el panteón, en donde fue despedido con la banda de guerra y entre aplausos de sus vecinos.

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