Después de que un perro ingresó a la sede regional del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) en Lagos de Moreno y mordió un cuerpo, el organismo informó que abrió procesos administrativos e inició una investigación al delegado Regional en Lagos de Moreno y a la Perito A.
El hecho denunciado por el exdirector de ese instituto, Luis Octavio Cotero Bernal en su columna semanal de EL OCCIDENTAL, publicada el pasado martes, reveló que la puerta de ingreso de esa delegación se encontraba averiada desde tiempo atrás, por lo que el can ingresó para comer algunas partes del cadáver.
"La semana pasada ingresó un perro que se tragó diversas partes de un cadáver que se encontraba en las planchas de esa delegación, con las graves consecuencias jurídicas que eso implica y que ahora el coordinador de la seguridad, el director general del instituto, el encargado de la contraloría del mismo, como en otros tantos casos, para justificar una supuesta corrección, han incriminando al personal que ahí labora, a grado tal de separarlo del cargo e instaurarle procedimiento y al parecer el cese irrevocable a la doctora, -que siempre ha sido, porque me consta, un persona muy eficiente y por demás responsable- pero nunca ha sido la responsable de la seguridad de esa delegación", escribió Cotero Bernal.
A partir de ello, el Órgano de Control Interno del IJCF abrió procesos administrativos e inició una investigación al delegado Regional en Lagos de Moreno y a la perito A.
El organismo también reconoció que la indagatoria se inició después de que "la madrugada del 6 de agosto se registrara el ingreso de un perro a las instalaciones, específicamente al anfiteatro, y tuviera contacto con un cuerpo", según un comunicado emitido este domingo.
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Para el IJCF se presume la omisión del personal al no cerrar de forma adecuada los accesos del edificio y admite que si bien es cierto que el sistema de cerradura electrónico no funciona, sí es posible asegurar las puertas de forma manual.
También en la investigación se acreditó el mal manejo del cuerpo, al tenerlo fuera de la cámara de refrigeración y se documentó la realización irregular de la necropsia, lo que representa una práctica contraria a lo que establece el protocolo, señala el organismo.
Derivado de esa situación el delegado únicamente fue acreedor a una amonestación, mientras que la perito A fue separada de su cargo, en tanto concluyen las investigaciones y se agote el proceso de desahogo de pruebas.