El médico forense de Lagos de Moreno separado de su cargo luego de que un perro ingresó a las instalaciones de la delegación del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) y se comió una parte de un cadáver, ganó una suspensión de un Tribunal para ser reinstalado en su cargo, que se le paguen los salarios caídos y se le dé su derecho de audiencia y defensa en el proceso de suspensión que hay en su contra, indican documentos en poder de EL OCCIDENTAL.

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Según la suspensión provisional que otorgó el juez Noveno de Distrito en Materia Administrativa, Civil y del Trabajo en el Estado de Jalisco, Rodrigo Torres Padilla, ésta es para efectos de que las autoridades responsables le otorguen al demandante “la garantía de audiencia y defensa previamente a que se le causa sancionar con cese o remoción de su cargo y sin paralizar el procedimiento, se abstengan de dictar la resolución definitiva, sin que se afecte su relación jurídica con la institución donde presta sus servicios”, el perito forense separado de su cargo sin goce de sueldo.

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Es decir, el demandante podrá continuar con el desempeño del puesto que actualmente detenta en dicho organismo, pero sobre todo “continuar percibiendo las remuneraciones, emolumentos y prerrogativas sociales que el nombramiento descrito le otorga en las condiciones que se le asignaron, siempre y cuando esté vigente”.

Esta medida estará vigente hasta que el juez dicte la suspensión definitiva de los actos reclamados.

Este caso lo dio a conocer EL OCCIDENTAL el pasado 31 de agosto y en el que se advertía de las malas condiciones físicas en las que la delegación del IJCF estaba y de las cuales las actuales autoridades estatales estaban enteradas desde el pasado mes de febrero y no hicieron nada por ordenar la reparación de las puertas.