Después de un año y cuatro meses de permanecer en el Servicio Médico Forense, los restos de Miguel Ángel fueron entregados a su mamá Eva, quien desde temprano acudió al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
"Desde ayer me dijeron que viniera", comentó mientras esperaba que su hija terminara con los trámites en el interior de las instalaciones del Semefo.
Llegó vestida con una camisa azul con estampados de superhéroes como Superman, El Hombre Araña y La Mole.
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"Era la favorita de mi niño, con esta lo voy a recibir", apuntó.
Por fin después de más de un año de zozobra, impotencia y desesperación, Eva tendrá un lugar donde llorarle a Miguel Ángel.
"No está completo. Está su cabeza, esta parte de costilla y una pierna, nada más es lo que hay. Ya para tener un lugar donde ir a llorarle. Yo sé que su cabeza es lo principal".
Miguel Ángel, era sordo mudo y tenía una lesión cerebral, trabajaba en un puesto de tacos.
Fue privado de la libertad junto con cinco personas más el 15 de mayo del 2019, en Parques de Santa Cruz, en Tlaquepaque.
El 19 de mayo, unos días después, fue localizado en una fosa clandestina en el poblado de Santa Anita, en Tlajomulco.
"Primero encontraron a la muchacha por la que iban, era de Tijuana, y ahí fueron ellos a identificar y vieron la cabeza de mi hijo. Ya fueron y me avisaron. En Semefo me dijeron que por qué no me había hecho el ADN. Le dije: Yo nunca pensé encontrar a mi hijo aquí".
Los restos de Miguel Ángel fueron identificados plenamente por medio del examen de ADN en octubre del 2019, pero por la burocracia y pretextos tardaron un año y cuatro meses en ser entregados a su madre.
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- Durante el 2020 se localizaron 590 víctimas en 27 fosas, acuerdo a datos de la Fiscalía del Estado.