En el marco del 148 aniversario de la Policía de Guadalajara, un total de 251 elementos recibieron una medalla y un diploma como reconocimiento por 25 y 30 años de servicio.
Uno de ellos fue Guillermo Piedras Mora, quien se jubiló hace menos de un mes después de 31 años y siete meses en la corporación.
Después de más de tres décadas de entrega para cuidar a los tapatíos, reconoce que extrañará a sus compañeros de trabajo.
"El trabajo con los compañeros, porque más que compañeros se forma una hermandad. El tiempo que pasamos juntos como si fuese otra familia".
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Ser policía requiere de vocación, pero también de sacrificios. En la mayoría de las ocasiones el tiempo con la familia pasa a segundo plano por cumplir con el deber.
"La calidad de tiempo que le daba yo a mis hijos. Ahorita ya respetan los horarios, de recién que yo entré podría quedarse dos o tres días y hasta entonces salía uno. Nos dejaban salir un rato y al rato te espero. Y pues sí me aparté bastante de mi familia".
A pesar de los sinsabores y sacrificios qué requiere está profesión, también está llena de satisfacciones y la principal es el reconocimiento de la ciudadanía.
"Se siente la satisfacción de que le extiendan a uno la mano y lo saludan. Y donde quiera que los encontraba uno lo saludaban nuevamente, es lo más bonito que se siente ver que la gente está agradecida con uno".
En total 238 elementos recibieron su reconocimiento por 15 años de servicio y 13 más por 30 años de carrera.