Ser policía es un trabajo de riesgo, sin embargo en los años recientes ello a significado mayor peligro en la medida en que grupos delictivos van ampliando su dominio y cooptación de oficiales de diferentes corporaciones de seguridad.
En los últimos cuatro años y lo que va de 2019, 108 policías federales, estatales y municipales han sido ultimados por la delincuencia en Jalisco.
Tan sólo en el año en curso se contabilizan 14 asesinatos de policías, de acuerdos con cifras del portal Hemerografía Registro de Policías Asesinados, el cual también señala que durante 2018 se contabilizaron 24 crímenes contra uniformados en servicio o mientras estaban en su día de descanso.
Consideran algunos agentes investigadores entrevistados por EL OCCIDENTAL que en varios casos la honradez de los compañeros “es probada, vivían modestamente, incluso en puntos cercanos a zonas de riesgo, usted cree… si los compañeros de Tlajomulco no cree que si hubieran tenido dinero, mejor se cambian y se van de ahí”.
Pero las condiciones los empujan. “Sólo recibimos nuestro sueldo que nos alcanza para comprar una casita por Infonavit o después de muchos años de ahorrar, algunos tenemos un carrito, una camionetita para la esposa, ya que normalmente la pasamos fuera de casa y ella se tiene que mover con los hijos. Es todo lo que aspiramos, al menos a darle un techo y educación a los nuestros”.
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Y es por eso, afirman, que “sólo estamos realizando nuestro trabajo. Pero la mañana no lo comprende, ellos lo toman personal o a veces ni así, sólo por desquitarse”.
Lla Comisión Nacional de Seguridad (CNS) durante la administración de Enrique Peña Nieto, reportó que en el estado se cometieron 33 homicidios de trabajadores de seguridad en desempeño de sus funciones.
Por su parte, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, reportó que el 2016 realizó 16 autopsias a servicios públicos, los cuales muerieron a causa de arma de fuego.
En tanto que en en año 2015 ocurrieron dos violentas agresiones. La primera ocurrió el 19 de marzo en el municipio de Ocotlán, en donde fueron emboscados un grupo de elementos pertenecientes a la Gendarmería, de la Policía Federal, en ese lugar murieron cinco oficiales, así como tres delincuentes y tres personas ajenas al enfrentamiento que iban pasando por el lugar.
El 6 de abril fue ultimado el jefe policiaco de Zacoalco de Torres, Miguel Ángel Caceido, en venganza por la muerte de Heriberto Acevedo alias "El Gringo" abatido dos semanas previas.
La revancha por parte de miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no quedó ahí, ya que el 7 de abril de ese mismo año, también fueron emboscaron a 20 elementos de la entonces Fuerza Única Regional sobre la carretera Mascota-Las Palmas a la altura de la comunidad de Soyotán cuando regresaban de Puerto Vallarta hacia la Zona Metropolitana. En ese lugar murieron 15 uniformados y cinco más resultaron heridos.
La mayoría de esos homicidios no se habría consumado de no ser porque alguien del interior de las corporaciones policiacas avisó los movimientos de los oficiales en la mira de los grupos delictivos.
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Recientemente el Congreso de Jalisco aprobó la reforma al Código Penal para castigar con hasta 70 años de cárcel a quienes cometan homicidios en contra de policías o personas a cargo de la procuración de justicia, ello después de la muerte del comandante Sergio Rivas y su escolta Ramiro Alejandro Delgado, el 20 de marzo de ese año.
LAS CIFRAS DE POLICÍAS ASESINADOS
- 14 en 2019
- 24 en 2018
- 33 en 2017
- 16 en 2016
- 21 en 2015
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