Durante los últimos doce años se han asesinado a dos sacerdotes en Jalisco, informó el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.
“Ha habido dos sacerdotes asesinados, pero no desaparecidos”, dijo luego de que se le cuestionara sobre la violencia que se vive en el estado y de la que no se salvan ni los sacerdotes.
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Uno de ellos fue el padre Juan Miguel Contreras, asesinado en su parroquia en Tlajomulco de Zúñiga en 2018, de quien dijo “muy extraña su muerte y que nunca se aclaró, hasta la fecha nunca se aclaró”.
Esto, tras la reciente desaparición del padre Isaías Ramírez González, quien pertenece a la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez, pero es originario de Jalisco y estaba con permiso oficiando en la ciudad, donde además se atiende una enfermedad cardiaca.
Recordó que en la Diócesis de Zamora, perteneciente al vecino estado de Michoacán desapareció un sacerdote y “nunca más se supo de él, si murió y en dónde, por qué”.
Hubo otro caso en la Diócesis de San Juan de los Lagos al que despojaron de sus pertenencias, así como uno más secuestrado “y por él se pedía un pago, pero al final se demostró que lo estaban confundiendo”.
En ese caso, explicó que le cobraban el pago de una apuesta de juego “y le pedían millones, pero lo estaban confundiendo y cuando se dieron cuenta que estaban confundidos y que posiblemente el padre lo reconocía, intentaron matarlo, lo dejaron como muerto, el padre tuvo la idea de fingirse muerto para poder escapar y sobrevivió”.
El próximo domingo 25 de agosto en el Santuario de los Mártires, ubicado al sur de la ciudad, se ofrecerá la misa que año con año realiza el Arzobispado de Guadalajara para pedir por las personas desaparecidas y por sus familias.