Cuando se piensa que en Jalisco ya se vio lo peor en cuanto a la forma cruel en que grupos delictivos se deshacen de los cuerpos de personas siempre viene algo aún más extremo que supera lo anterior, así ha quedado evidenciado tras el hallazgo de un horno crematorio clandestino en Tlaquepaque.
Es en esta entidad en donde colectivos han visto crueldad extrema en la desaparición de personas. El 15 de octubre el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco localizó restos humanos en un horno improvisado en un montículo de tierra en la colonia Arte- sanos de San Pedro Tlaquepaque.
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La agrupación llegó tras recibir denuncias anónimas, incluso lo hallaron aún encendido. Las personas les reportaron que llegaban camionetas que arrojaban enormes bolsas negras y por las noches lo prendían. Los vecinos que atestiguaban enormes llamas denunciaban, pero la policía municipal hacía caso omiso.
Alrededor había cientos de segmentos óseos calcinados. Ese hallazgo recuerda el de Lagos de Moreno, en donde el 20 de agosto se localizó una ladrillera que también era usada para desintegrar cuerpos. En aquel lugar las autoridades localizaron restos que corresponden a por lo menos dos personas. Ese hallazgo derivó en la detención de cinco personas.
En 2018 el rapero Christian Omar “P” habría confesado a las autoridades que presuntamente disolvió en ácido a los estudiantes de cine Javier Salomón, Jesús Daniel y Marco, el caso consternó a la población con la forma cruel de deshacerse de los cuerpos.
Indira Navarro, lideresa del colectivo Madres Buscadoras de Jalisco considera que es en esta entidad en donde mayor violencia se ejerce al momento de deshacerse de los cuerpos de personas privadas de la libertad.
“Son de verdad imágenes que ni en las películas de terror se pueden ver. He platicado con integrantes de otro colectivo, como nosotros somos extensión del colectivo de Madres Buscadoras de Sonora, dicen que al llegar aquí a Jalisco, las peores escenas de personas encontradas han sido aquí. Las personas las abren con un coraje, yo no sé qué tipo de corazón tengan porque en algún momento pueden ser ellos mismos”.
La agrupación ha recibido imágenes del momento en que se deshacen de los cuerpos y es indescriptible la forma en que los desintegran.
“A veces no sé si para intimidarnos o algo, pero cosas muy delicadas. Muchas que no se podrían sacar al público porque son demasiado aberrantes. Son personas que en un momento pierden el sentimiento, creo que les da satisfacción porque se ha visto en ese tipo de videos cómo se burlan, cómo se ríen al hacer esto, que disfrutan. Son personas que ya no están bien de la cabeza”.
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Urgió en la necesidad de crear conciencia como sociedad y tener empatía en el dolor ajeno.
“Le pido a la sociedad que tenga empatía con estas familias y que también tengan cuidado porque ahorita, en particular Jalisco, ya está sobrepasando los niveles de violencia. Ya sobrepasó”.
Jorge Chaires, profesor e investigador de la División de Estudios Jurídicos de Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, considera que esas acciones se cometen con el objetivo de no dejar rastro de la persona y evadir responsabilidades penales.
“Antes de que se tipificara la desaparición de personas era sin cuerpo no hay delito. Ahora con el tema de la desaparición de personas ya es otro tipo penal, pero hasta que no haya cuerpo ¿a quién le puedes imputar la investigación o el delito? Entonces no hay forma, a quién culpas por una desaparición porque no existe el cuerpo. Por eso quemarlos, deshacerlos para que no haya rastro alguno”.
Penalidades
El Código Penal del Estado de Jalisco establece penalidades iguales para el delito de homicidio calificado y para el de desaparición de personas, sin embargo, acreditar este último es más complejo.
Artículo 154B, establece que se impondrá una pena de doce a cuarenta años de prisión y multa de seiscientos a mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización a quien cometa el delito de desaparición forzada de personas.
Mientras que el artículo 213 señala que se impondrán de doce a dieciocho años de prisión a la persona que prive de la vida a otra. Pero, cuando el homicidio sea calificado, la sanción será de veinte a cuarenta años de prisión.