La falta de operativos de la Procuraduría de Federal del Consumidor (Profeco) para verificar la legalidad de los productos ha generado que el 60% de la miel que se comercializa, al menos en Guadalajara, esté alterada y eso provoca problemas a los empresarios del sector.
Al dar a conocer la Feria de la Miel a celebrarse del 11 al 13 de agosto en la zona de los Arcos de Zapopan, el presidente de la Asociación Ganadera Local de Apicultores de Guadalajara, Alfonso Díaz, detalló que en los últimos tres años aumentó este problema y que la dependencia federal realizó el último operativo en el 2017.
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“Profeco no hace lo suyo, el último estudio fue en el 2017 y hay varias marcas que desde ese entonces no funcionaban, y “considero que aproximadamente un 60% de lo que se vende es miel adulterada y a diferencia de la miel auténtica, afecta desde el principio porque si el apicultor tiene un costo para la operación de su colmena, la miel adulterada que algunos elaboran muy bien y como la vende más barata, hasta un 50% menos nosotros no tenemos capacidad de competencia contra los precios que ellos dan”.
Es decir al ser más barata, la miel que ellos producen no puede llegar con facilidad a Guadalajara, ya que todas esas empresas de competencia desleal llegaron hasta las tiendas de la esquina a dejar sus productos modificándosela y los consumidores no saben diferenciarlo, además no se debe de vender en vasos de plástico ya que las maltrata y baja la calidad.
Una muestra de que se tiene este problema es lo que sucede en China, país que no figuraba en el mapa de los productores de miel y poco a poco empezó a crecer, hoy en día se sabe que vende lo doble de lo que produce, situación que no se explican y esa miel entra al país sin control.
Toda esta adulteración en las mieles pueden provocar daños a la salud, ya se pueden conseguir desde 20 pesos hasta los 35 pesos, mientras que la miel original cuesta alrededor de 100 pesos.
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Para demostrar la forma en la que se puede detectar la miel adulterada a la que se le agrega agua y alcohol para ver su reacción y si mantiene las burbujas esta modificada.
Sostienen que todo esto se verá en la feria de la miel, que subproducto sí se solidifica lo que da garantía de que es original.
A ellos mantener una colmena les cuesta alrededor de ocho mil pesos bimestrales en alimentar a las abejas ya que el desplazamiento de la siembra de maíz y otras plantas para cultivar agave provoca que no haya alimento natural suficiente.