La mañana de este lunes los abogados del narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo lograron que se considerara su precario estado de salud y se hiciera valer el derecho reclamado por él y su familia desde hace meses, pero que otro jueces federales le habían negado, irse a su casa a pasar sus últimos días.
El gobierno de Estados Unidos en su momento lo llegó a mencionar como partícipe en la tortura y muerte del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar. Hasta ahora no se ha expresado ese país sobre la decisión.
Por si no te enteraste:
Félix Gallardo fue detenido el 9 de abril de 1989 en Jardines del Bosque, cuando estaba con su familia y sin ningún disparo. Desde entonces estaba preso en el penal de Puente Grande.
Lo condenaron en el año del 2017 -después de 28 años sin sentencia- a 37 años de prisión y tras cuatro años, desde 2001 su familia comenzó a insistir en que su salud se estaba deteriorando, presentando peritajes que demostraban su delicado estado a los 76 años de edad.
Ha quedado asentado que Miguel Ángel Félix Gallardo padece de problemas gastrointestinales, ha perdido la vista del ojo derecho, la escucha del oído izquierdo, los dientes frontales y presenta lesiones en las vértebras de la espalda, lo que le dificulta caminar.
El 15 de diciembre del año pasado le negaron la libertad por razones de salud por tercera ocasión y el pasado 5 de enero de 2022 impugnó la sentencia que rechazó ampararlo contra el pago de 20 millones 810 mil pesos a las familias del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, y a la del piloto mexicano, Alfredo Zavala Avelar.
La resolución fue emitida por el Juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales, con sede en la Ciudad de México y notificada mediante oficio al titular de la Comisaría de Sentenciados del Estado, así como al comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención, Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Antes de que abandone el reclusorio, Félix Gallardo deberá portar un dispositivo o brazalete electrónico para monitorear su ubicación.
María Dalia Félix y José Luis Félix, han denunciado de manera constante el grave estado de salud de su papá y llevaron el tema a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, bajo el número de expediente 0-885-14.