Jalisco es el principal bastión del Cártel Nueva Generación, el que constantemente realiza acciones de reclutamiento principalmente de jóvenes para llevarlos a campamentos o escuelas del narco para prepararlos como sicarios. Recientemente se aseguró uno en la comunidad de La Estanzuela, en el municipio de Teuchitlán. Se trataba de un rancho bardeado en el que se detectaron implementos para el entrenamiento de futuros gatilleros de esa agrupación criminal.
En los últimos 7 años en Jalisco se han detectado y desmantelado al menos 10 campos de adiestramiento criminal. Este más reciente que se aseguró, se localiza en la población de La Estanzuela, en el municipio de Teuchitlán, es un predio enorme bardeado. En la puerta principal tiene un portón color negro, con la leyenda Zacuirre Ranch, con dos caballos pintados al centro y algunas quebraduras también pintadas.
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En el interior había una pequeña construcción en donde se localizaron dos vehículos tipo familiares en color plateado, además se hallaron armas y fueron detenidos 10 sujetos que presuntamente eran integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes se encargaban de cuidar a las personas que tenían bajo entrenamiento. También se localizó el cuerpo de una persona, emplayada, lista para ser abandonada.
El presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, Daniel Espinosa Licón, dijo: “(Era) un campamento que estaba totalmente equipado para reclutar a gente y reclutarla para darle capacitación, casi casi militar y cooptarlos o recluirlos a la delincuencia organizada. Las 10 personas estaban cuidando, estaban adiestrando y entonces todos tienen la misma relación en el tema de desaparición forzada y de un homicidio”.
Héctor Flores, cofundador del colectivo Luz de Esperanza AC, asegura que tras la desaparición de su hijo Héctor Daniel Flores Fernández, inició por su cuenta las investigaciones y se dio cuenta de que fue llevado a un campamento en la región Valles de Jalisco.
“Llevo casi 3 años presionando para que se investiguen esos campamentos. Lo último que yo supe de mi hijo es que lo habían reclutado. Hay un testigo que dice que estuvo 15 días con él y lo más seguro es que se lo hayan llevado a algún campamento. Los que tenían ahí, y si no aceptaban ir reclutados, los mataban en ese momento y mi hijo ya tenía 15 días ahí”.
Tras el aseguramiento de la escuela del narco en La Estanzuela, señaló que es lo que sale a confirmar lo que llevan tiempo diciendo a las autoridades, sin que ninguna los escuche.
“Hemos estado señalando desde hace un tiempo la existencia de estos campos de reclutamiento”. Los reportes que tienen y que reciben de forma anónima señalan que hay otros campamentos clandestinos en la zona del balneario Los Camachos, en los Altos, Valle de Guadalupe, Ameca y Tala. Estos se encuentran en la sierra, donde podrían tener centenares de personas contra su voluntad.
“Es una situación que está proliferando gracias al amparo de la impunidad y la corrupción que se da en el país, el control de las organizaciones criminales al amparo de las autoridades, que es lo peor”.
Con el reciente aseguramiento de esa escuela de reclutamiento forzado le da una esperanza a Héctor Flores de encontrar a su hijo Héctor Daniel, quien está desaparecido desde el 18 de mayo. “Hay muchas posibilidades de que los tengan trabajando. Lo malo es que, desgraciadamente, estas organizaciones criminales operan en todo el país; los pueden mandar a Zacatecas, Colima, Michoacán, pueden estar en cualquier parte”.