Con una misa de cuerpo presente, familiares y amigos de Hugo César Garrido Valle y Javier Gutiérrez Madero, de 26 y 27 años, les dieron el último adiós en la parroquia de San Antonio de Padua, en la Colonia Vicente de Guerrero, en Zapopan.
Ambos fueron localizados sin vida el pasado 28 de marzo y sepultados en el patio de una casa abandonada en el fraccionamiento Villa Fontana Aqua, en Tlajomulco.
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Después de tanto papeleo y burocracia, el Servicio Médico Forense (Semefo) entregó los cuerpos de ambos jóvenes a sus familiares apenas ayer lunes.
“Estamos contentos porque ya vamos a llevar a nuestros hijos a tierra santa a darles el seguimiento que deben tener. Ya terminó, se le batalló, pero gracias a Dios y a la Virgen todo salió bien. Ya llegamos al fin de estos muchachos", explicó el señor Guadalupe Gutiérrez, papá de Javier.
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Ahora los familiares de ambos jóvenes piden que se haga justicia y que la muerte de Hugo y Javier no quede impune.
“Es un descanso muy grande para todos, queremos tener a nuestros seres queridos, saber dónde están, pero nos falta, pero nos falta hacerles justicia. Nuestros muchachos no andaban en malos pasos ni tenían malas amistades", indicó Raúl Garrido, papá de Raúl.
Hugo César Garrido Valle y Javier Gutiérrez Madero, de 26 y 27 años, desaparecieron el pasado 11 de diciembre de 2022, cuando fueron a llevar a unas amigas al fraccionamiento Villa Fontana Aqua en Tlajomulco a bordo de un vehículo Aveo, el cual fue localizado días después en dicho desarrollo habitacional.
Los dos eran amigos desde que tenían 11 y 12 años, respectivamente, y eran vecinos del municipio de Zapopan.