Un sacerdote Jesuita del Iteso denunció que fue víctima de un intento de “cobro” de piso por autoridades del estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Guadalajara que lo confundieron con taxista. Él acudió a recoger a dos sacerdotes norteamericanos, a los que obligaron a que se identificaran.
Denunció públicamente ante la Secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, pero prometió formalizarla ante el órgano de control de la Guardia Nacional.
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Quien se identificó como Hernán Quezada, sacerdote jesuita y maestro del Iteso, explicó mediante un escrito que difundió en sus redes sociales que el domingo 29 de enero fue detenido por dos policías de la Secretaría de Seguridad “con identificaciones vencidas” y que actuaban bajo las órdenes de una funcionaria del aeropuerto. Ella, aseguró, decretó que estaba "levantando" pasaje, por lo que debía pagar 400 pesos.
Detalló que entonces mostró su identificación de sacerdote jesuita “para aclarar que estaba recibiendo a profesores y jesuitas de nuestra universidad en Fordham y por ello usaba la (camioneta) Urban de la fundación (claramente identificada)”.
No obstante ello, ya con su boleto pagado intentó salir de la zona y uno de los policías se le cruzó para impedirlo.
El Padre Hernán Quezada, integrante de la comunidad jesuita en México, comentó que pidió “que consideraran que si estaba cometiendo un delito, fuera acusado ante las autoridades pertinentes. Pero me dijeron que hasta el Cardenal ahí debe pagar el derecho de piso y que si no mostraban los ocupantes extranjeros sus identificaciones no nos dejarían ir. Tuve que hacerlo…”.
Se mostraron todas las identificaciones y “con la intervención de un oficial subalterno que llamaba a la cordura al primer oficial y a la funcionaria del estacionamiento me dejaron salir, después de pagar otros 50 pesos pues mi boleto había vencido”.
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Terminó diciendo que “la corrupción y la impunidad se expresan en acciones que parecen pequeñas pero que expresan la crisis nacional y de modo de operar del Aeropuerto de Guadalajara. No pagué lo que se me pedía (los 400 pesos) y me mantuve firme en exigir que se me acusará y tuviera acceso a un Juicio si me veían sospechoso”. Esto último nunca ocurrió.