Una fiesta clandestina de bienvenida en la que participaban alrededor de dos mil estudiantes de 25 preparatorias de la Zona Metropolitana, fue clausurada por personal del Gobierno de Guadalajara al no tener permisos y por alto nivel de ruido.
Alrededor de las 22:00 horas y luego de recibir múltiples reportes de que se realizaba la fiesta masiva, así como de una riña campal luego de que personas se intoxicaron con alcohol adulterado, policías tapatíos llegaron al terreno de la calle Joaquín Romero 720 al cruce de Esmeralda, en la colonia Huentitán el Alto, de Guadalajara.
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Cuando se presentaron los representantes de la autoridad encontraron que en el inmueble se escuchaba música a volumen alto, y un portón cerrado de donde entraban y salían jóvenes.
Asimismo, afuera de la finca ya se encontraba una ambulancia cuyo personal refirió que no le permitieron el ingreso para verificar el reporte de intoxicados.
Ante la situación que se vivía, policías solicitaron el ingreso a varios jóvenes que aparentaban ser menores de edad y que estaban custodiando la puerta, pero no les permitieron entrar.
Se estima que había entre mil 500 y 2 mil personas en el inmueble en el que se daba la bienvenida a los nuevos estudiantes de preparatoria, mismos que comenzaron a retirarse gradualmente, ante la presencia policiaca.
Con el operativo decibeles en conjunto con el área de Justicia Cívica, se realizó una medición y se superaron los niveles de ruido permitidos, por lo que la Comisaría emitió un apercibimiento.
También se solicitó a personal de Inspección y Vigilancia, quienes levantaron un acta por no contar con licencia, por la realización del evento sin permiso y por venta de cerveza a menores de edad, y debido a esto se realizó la clausura del establecimiento.
Los jóvenes habrían pagado 70 pesos como cover, así como 50 de descorche y la venta de cerveza al interior. El inmueble fue desalojado por completo alrededor de las 03:00 horas.
Cabe decir que no se confirmó que hubiera personas intoxicadas, ni tampoco presencia de drogas.
