En torno al Centro de Identificación Humana, que está en etapa de construcción, se han centrado diversos esquemas de identificación dependiendo de la etapa de evolución de los cadáveres.

En el caso de aquellos que es posible usar su huella dactilar, se ha recurrido a cotejarlas con las que aparecen en el banco que tiene en su poder el Instituto Nacional Electoral (INE).

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Es la huella que recaban vía electrónica junto con la fotografía al momento en que se tramita una nueva credencial del INE o la respectiva reposición.

El director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Gustavo Quezada, explicó que “sabíamos de la información que existía de los cuerpos que llegan de alguna manera del lugar de los hechos del lugar del hallazgo o algún traslado de un hospital, por ejemplo que se toman de inmediato las huellas dactilares y estas no eran aprovechadas como medio de identificación", añadió.

Por eso, agregó el funcionario "buscamos fuertemente firmar un convenio con autoridades del INE para poder comparar con sus bases de datos”.

Detalló que una vez concretado el acuerdo “ya llevamos a la fecha 841 identificaciones por esa vía con huellas dactilares, muchos de ellos no han sido reclamados por no tener un familiar de contacto. También obedece a que algunos de ellos no son de Jalisco y vienen de otros estados de la República e incluso hasta de otros países centroamericanos”.

Hay nueva esperanza entre los familiares de encontrar en estos cuerpos a sus familiares desaparecidos.

“Son almas sin descanso a las que queremos solo darles ya un descanso en paz”. Destacan que es triste ya que los números marcan las gavetas donde hay cuerpos. No se llaman Juan, José, Alberto, sino 1, 2 y 3. Alguien decidió no olvidarlos y en algunas de ellas colocaron leyendas como que “No nos olviden y recen por nosotros”, mencionó.