Vecinos de la colonia San Martín ya habían reportado a las autoridades que la casa en la que cuatro personas fueron asesinadas el pasado fin de semana, era usada para el consumo de drogas.
Sin embargo, las autoridades nunca entendieron los reportes, así los señalaron vecinos que pidieron omitir sus nombres por temor a represalias.
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“Pues que ahí se juntaban, se drogaban y pues tenían pleitos entre ellos mismos. Ya habíamos reportado al 911 en varias ocasiones. Ya habían venido patrullas, pero no había pasado a más”, detalló una vecina de la calle San Aristeo.
Se trata de una casa vieja marcada con el número 2338 de la Calle San Aristeo casi al cruce con Felipe Ángeles, con el enjarre de la fachada caído y grafiteado.
El cuarto del ingreso es de ladrillo sin enjarre y piso de concreto. Uno de los sillones de la sala quedó cubierto con una sábana blanca manchada de sangre de las víctimas.
Los vecinos escucharon los disparos la noche del sábado 15 de enero y reportaron el hecho al 911.
“Escuchamos los disparos. Yo estaba en mi casa como nada más estoy yo. Yo estaba sola y escuché los disparos, no sé decirle cuántos fueron, pero sí se oyeron", comentó una vecina de la misma calle.
Las edades de las víctimas oscilan entre los 27 y 81 años; los cuatro eran moradores de la vivienda en la que fueron asesinados.
En el lugar se localizaron diversos casquillos de calibre 9 milímetros.
El día de los hechos sujetos armados ingresaron a la finca, dispararon en contra de sus víctimas, tres mujeres y un hombre, e inmediatamente después escaparon.