Arturo Robles Corona, de 30 años, uno de los cinco jóvenes desaparecidos en el call center de la colonia Jardines Vallarta, contactó a su familia por WhatsApp minutos después de haber entrado a su trabajo y antes de desayunar para comenzar con su labores.
Arturo llegó a las 7:40 a la casa marcada con el 158 de la calle Víctor Hugo, dejó su carro estacionado y se metió. Siguió intercambiando mensajes con su familia hasta que se dispuso a consumir sus alimentos antes de iniciar su jornada y se despidió. A partir de ese momento ya no supieron nada de él.
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“El último mensaje que vio o que nos contestó, fue como a las 8:05 u 8:10 horas máximo, a partir de ahí no tenemos ninguna noticia de él. Sí, nos mencionó que llegó como a las 7:40 horas más o menos, estacionó su carro y se dirigió a su trabajo y entró a su trabajo, y nos dijo: ya llegué al trabajo, voy a desayunar para empezar a trabajar y bueno. Todavía le dijimos: provecho, que tengas bonito día, y de ahí ya no supimos nada”.
La tarde de este viernes acudieron a la Fiscalía del Estado para pedir información sobre el avance de las investigación, pero salieron de la dependencia con las manos vacías, pues el personal que lleva a cabo la investigación.
“Yo quisiera pedirle a todas las autoridades competentes a quien le corresponda, a quien sea encargado de personas desaparecidas, a quien sea encargado de llevar estos casos, que nos den que nos den luz, que nos apoyen, queremos saber algo de nuestros familiares, los queremos de regreso bien, los queremos vivos porque son buenos muchachos”.
“Pues con evasivas, que de hecho hoy fuimos como a las 2 de la tarde y ella, mi hija, llegó a preguntar cómo va el avance, cómo van las cosas y lo único que le dijeron: ´pues no tenemos ninguna cita contigo, no sé a qué vienes o por qué estás aquí´. Es que yo quiero saber qué pasó con la casa donde estaban, donde trabajaban todos los chicos”, explicó la señora Ramona, mamá de Arturo.
Los desaparecidos son Carlos Benjamín García Cuevas, de 31 años; los hermanos Itzel Abigail, de 27 años y Carlos David, de 23, de apellidos Valladolid Hernández; Arturo Robles Corona, de 30 años, y Jesús Alfredo Salazar Ventura, de 37 años.
“Claro. son compañeros de trabajo todos y entre sí se conocían, y parece que había más chicos involucrados, la verdad yo no estoy segura”, detalló la mamá de Arturo.
La señora Ramona describió a su hijo como un muchacho dedicado a trabajar, con gusto por los videojuegos en sus tiempos libres y salir a divertirse con sus amigos los fines de semana.
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“Pues él es muy tranquilo, es demasiado tranquilo, de hecho su rutina era: me levanto, voy al trabajo, regreso a mi casa, me pongo a lavar, a jugar, le gusta jugar videojuegos. Los fines de semana salía como todo joven a divertirse un rato regresaba, pero es un chico sano que no usa drogas”.
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