El número de muertes por armas de fuego en Estados Unidos registró un aumento "histórico" en 2020, debido posiblemente a los efectos de la pandemia de Covid-19 y a la pobreza, según un informe de las autoridades sanitarias publicado este martes.
Con 19 mil 350 homicidios en 2020, un aumento de casi un 35 por ciento respecto a 2019, y 24 mil 245 suicidios. Estas muertes "representan un problema de salud pública persistente y significativo", indicó el informe de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC).
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La tasa de homicidios se situó en 6.1 por cada 100 mil habitantes en 2020, un récord en más de 25 años.
La proporción de homicidios ha aumentado considerablemente entre hombres, adolescentes y adultos jóvenes, procedentes de comunidades afroestadounidenses e indígenas americanos.
No se ha librado ninguna región de Estados Unidos, pero han aumentado más en los condados con altos índices de pobreza y poblaciones con minorías étnicas. Las personas también se suicidan más en las zonas pobres, no metropolitanas y rurales.
"Los marcadores de estrés asociados con la pandemia de Covid-19 pueden haber desempeñado un papel" en estos aumentos, dijo a los periodistas el especialista del programa de prevención de la violencia de los CDC, Tom Simons.
"Incluyen cambios o problemas en los servicios y la educación, aislamiento social, condiciones económicas como la pérdida de un empleo, inestabilidad en la vivienda y dificultad para cubrir los gastos relacionados con la pandemia", agregó.
El informe también señaló que el riesgo de violencia se asocia con "desigualdades sistémicas de larga data y (con) racismo estructural".
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Además cita "tensiones en las relaciones entre la policía y la opinión pública" en referencia a la ola de protestas que se registraron en el país tras la muerte de George Floyd en mayo de 2020 a manos de un policía y "el aumento de las compras de armas de fuego", que registró un récord con 23 millones de armas vendidas, o la violencia doméstica.