Trece muertos dejaron disturbios en Venezuela entre el martes y este miércoles en el marco de protestas contra el presidente Nicolás Maduro, informó una ONG de derechos humanos.
Las muertes, la mayoría por arma de fuego, se registraron en Caracas y los estados DE Táchira, Barinas, Portuguesa, Amazonas y en Bolívar, fronterizo con Brasil donde ocurrieron saqueos, precisó a LA AFP el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), crítico del gobierno.
Los disturbios más fuertes empezaron la noche del martes en Caracas y Bolívar, y continuaron este miércoles también en otras regiones del país en un jornada de masivas manifestaciones de opositores y oficialistas.
Agentes antimotines se enfrentaron este miércoles a un grupo de manifestantes en un sector del este de Caracas, tras la marcha opositora en la que el jefe parlamentario Juan Guaidó se proclamó presidente interino de Venezuela para buscar la salida de Maduro.
Esos choques se desataron cuando decenas de jóvenes, algunos encapuchados, bloquearon una neurálgica avenida del barrio acomodado de Altamira. Militares intentaron desalojarlos con bombas lacrimógenas y balas de goma y los manifestantes respondieron con piedras.
En Bolívar, una estatua del fallecido expresidente Chávez (1999-2013) fue quemada por decenas de manifestantes en la ciudad de San Félix, en la medianoche del martes.
Los focos de protesta estallaron el lunes luego de que, en medio de llamados opositores a la Fuerza Armada para que desconozca al presidente Maduro, 27 militares sublevados -y poco después detenidos- robaron armas y se atrincheraron en un cuartel del norte de Caracas, llamando a los venezolanos a salir a las calles.
Las marchas de este miércoles, que también dejaron más de una veintena de detenidos, fueron el primer gran pulso entre el gobierno y la oposición en las calles, luego de las manifestaciones que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017.
Convocados por Guaidó, los opositores exigieron a Maduro que cese lo que llaman "usurpación" del poder, y se convoque un gobierno de transición y elecciones libres, mientras los oficialistas rechazaron lo que denuncian como un golpe de Estado en curso orquestado por Washington.
Las manifestaciones se registraron en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero, que sufre escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.