El dinero que se pone sobre la mesa de los gobiernos durante las cumbres para poder ejecutar acuerdos, no es suficiente para despejar el camino y crear un plan de concertación política, afirmó el doctor en Ciencias Políticas Manuel Guedán Vidal.
Durante su participación en el Seminario virtual internacional “Cumbre de las Américas y las Fronteras: Seguridad y Desarrollo”, iniciativa de El Colegio de la Frontera Norte, comentó que en esta IX Cumbre de las Américas hay pocas posibilidades de abordar problemas de fondo y articular sistemas de cooperación interamericana en un ambiente internacional tan deteriorado hoy, con la guerra que ha provocado Rusia y generado una situación de incertidumbre y gran conflictividad.
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Señaló que tiene amplia coincidencia con el informe de El Colegio de México, de que hoy el diálogo entre Estados Unidos y América Latina está en uno de los niveles más bajos. “Podemos analizar la situación: Donald Trump dejó en una lacra el tema de la integración y coordinación”.
“Vemos que también en América Latina hay ausencia de liderazgos positivos. Es inevitable nombrar a Jair Bolsonaro, Nicolásl Maduro, Daniel Ortega, Miguel Díaz Canel, son dirigentes políticos, pero no creo que estén a la altura de las circunstancias para encabezar una cooperación e integración americana”, puntualizó.
De esta novena edición de la Cumbre de las Américas, dijo: “Tal y como empezó, no parece que vaya a solucionar la integración y cooperación regional. Están los mecanismos Mercosur, Unasur, Comunidad Andina, pero estos proyectos no han dado frutos de largo plazo. Por tanto, creo que hay una débil voluntad de concentrarse, de agruparse”, afirmó.
REDEFINIR PRIORIDADES EN EL HEMISFERIO
En la Cumbre de las Américas hay que redefinir prioridades e incluir a todas las naciones, es importante que todos los países estén presentes, sobre todo aquellos en donde hay más problemáticas como Venezuela, Cuba y Nicaragua, comentó la doctora Guadalupe Correa-Cabrera, profesora asociada de la Escuela Schar de Política y Gobernanza de la Universidad George Mason.
“La Cumbre es una oportunidad, pero fue desafortunada la decisión de no invitarlos. Es una oportunidad para retomar el camino de cooperación hemisférica. Debemos aprender de los errores”, aseguró.
Correa-Cabrera advirtió también que existe una economía cada vez más conflictiva y en un proceso que puede llevar a una crisis financiera de magnitudes que no se pueden prever actualmente.
La académica comentó sobre las consecuencias de la decisión del mandatario mexicano de no asistir a este encuentro hemisférico:
“El presidente mexicano decide no asistir a esta Cumbre porque EU no accede a extender la invitación a sus homólogos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y al mismo tiempo, otros países siguen a México”.
La Comunidad del Caribe (CARICOM) que conforman 14 naciones, en un principio estableció su postura, también ha sufrido mucho con la hegemonía estadounidense.
“Del Caribe, hemos visto cómo muchas personas tienen que salir de la región. Y Cuba es una región muy caliente en este momento”, consideró.
La presidenta hondureña y el presidente de Bolivia, le hicieron eco al mandatario mexicano, expresó.
MÉXICO RETOMA EL LIDERAZGO
Guadalupe Correa-Cabrera considera que México retoma el liderazgo a nivel regional, a nivel hemisférico que ya había perdido en los últimos años.
“México deja de dirigirse solo a Norteamérica y empieza a mirar hacia el sur”.
El presidente López Obrador envía a esta IX Cumbre de las Américas al mensajero más reconocido, más aceptado en Washington que es el canciller Marcelo Ebrard y a otros funcionarios a Los Ángeles a discutir los temas de la agenda hemisférica.
“Esta posición y la de otros países en la relación con EU que siempre ha querido ejercer su liderazgo en función de sus intereses, ya tuvo en esta ocasión una crítica con mucho más voz y esto es una cuestión central”, dijo.
Del tema migratorio, la especialista comentó que siempre ha preocupado a los mexicanos ya que se vincula con los EU lo que genera presión en la frontera.
Refirió que son miles los desplazados por la violencia y no solo del Triángulo Norte sino de otros países del Cono Sur y de otras partes del mundo, lo que se refleja con la conformación de la nueva caravana.
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