Alas 11:00 de la mañana, Elba Esther Gordillo reapareció públicamente como lo había prometido. Sólo tres horas después del inicio del ciclo escolar 2018-2019, en donde se estrenará el modelo curricular surgido de la reforma educativa que el nuevo gobierno busca replantear.
Dos frases retumbaron en el salón Castillo del hotel Presidente: “Recuperé la libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”.
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Se dijo perseguida política. Por momentos la voz le tembló, aseguró que los cinco años que estuvo presa le dieron una lección de vida. Levantó los brazos y como si se tratara de un trofeo mostró la sentencia que la absuelve de las acusaciones de delincuencia organizada y lavado de dinero.
Y repitió “soy inocente”. Utilizó un outfit discreto: un traje sastre negro y unos aretes plateados pequeños. Sin su clásico bolso de diseñador. Todo coronado con un maquillaje sobrio donde apenas resaltaba su lápiz labial de color coral.
Preparó sus discurso. En el salón colocaron un telepronter y una pantalla gigante atrás de ella. Apenas empezó a hablar y apareció la fotografía que durante los cinco años de su encierro predominó. Ella atrás de las rejas rindiendo su declaración, sin maquillaje y con el cabello totalmente recogido.
“Aquí tienen la imagen que ha predominado durante más de cinco años con respecto a mi persona y es producto de una persecución política, de acoso e injusticias. Es el producto de un expediente basado en mentiras y acusaciones falsas para hacerme ver culpable de algo que no cometí”, dijo.
Nunca llamó por su nombre a Juan Díaz de la Torre, actual presidente del SNTE y quien fuera su secretario general cuando la aprehendieron. Pero sí le mandó un mensaje directo: “Fui un chivo expiatorio al que se le culpó de todo; lamento que quienes debían defenderlos no lo hicieron y nos traicionaron”. Su mensaje duró apenas 11 minutos, los suficientes para detener a la clase política a verlo u oírlo.
O al menos eso pasó en la Cámara de Diputados. Al finalizar su discurso, los maestros se sacaron selfíes y mostraron carteles a favor de su líder. “Se pueden sacar fotos con ella, pero con cuidado, no la maltraten por favor”, advertían.
El mensaje terminó, pero no la fiesta. Elba Esther, amparada por un listón y un equipo que la protegió salió del salón por una puerta trasera, pero no del hotel. De manera discreta, personajes como Tomás Vázquez y Rafael Ochoa, exsecretarios generales de Gordillo en el SNTE, salieron por la misma puerta que su líder para entrevistarse con ella en un salón contiguo.
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“Lo que viene debe plantearse con cuidado, sin observaciones y sin odios; sin rencores por el pasado y pensando en el futuro, trabajando siempre por el bien de la patria”, antincipó.
Y agregó: “ejerceré mi libertad consciente de que mi lealtad y mi lugar siempre ha estado y estará de lado de los maestros de México, y de la defensa de la educación pública”.
Horas después, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, insistió en que revertirá la reforma educativa. Dijo que respetará los derechos políticos de Gordillo, pero aclaró que la maestra no asumirá un cargo en su gobierno. Esta vez lanzó este mensaje frente al artífice de la reforma educativa: Enrique Peña Nieto.
En este contexto, y por primera vez en seis años, el presidente Peña definió que la ceremonia inaugural del ciclo escolar se llevaría a cabo cinco horas después del mensaje de la maestra Gordillo, a las 16:00 horas. Pero los niños de la primaria pública Benito Juárez, ubicada en la colonia Roma, se quedaron esperándolo, ya que de último minuto canceló.
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Decidió no ir a la primaria luego de que durante su conferencia de prensa conjunta con Andrés Manuel López Obrador los reporteros le insistieron una y otra vez sobre si Elba Esther Gordillo vivió, como ella lo señaló, una persecución política. Cuatro de seis preguntas directamente vinculadas al tema.
A las 14:00 horas, Peña Nieto bajó junto con López Obrador la escalinata de Palacio Nacional. Y la primera pregunta para ambos fue de un reportero de TV Azteca: “¿qué responde a Gordillo, quien se dice presa política?”
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El presidente Peña respondió: “nunca ha habido un encono personal”. Y remarcó: “es inadmisible e inaceptable el afirmar que la maestra, cuya carrera y trayectoria es conocida públicamente, y el juicio que enfrentó haya tenido que ver con una persecución de orden político.
Nada más falso que ello”, aseguró. A la ceremonia inaugural del ciclo escolar en el turno vespertino, sólo llegaron el secretario de Educación Pública, Otto Granados, y Juan Díaz de la Torre, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Juan Díaz de la Torre tomó el micrófono y se dirigió a las autoridades escolares. Negó que sea un traidor como lo acusó la maestra Gordillo Morales y dejó claro que está tranquilo y en paz, trabajando con un gremio que se encuentra unido y fortalecido.
Juan Diaz de la Torre indicó que los maestros del país están en paz y trabajando en favor de la educación de niños y jóvenes.
“En el SNTE estamos tranquilos, trabajando en unidad, cumpliendo con los maestros y eso es lo que tengo que decir respecto del Sindicato y los maestros de México”, expresó.
El secretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán, defendió la reforma educativa realizada durante esta administración, la calificó como la más importante en los últimos 60 años.
Y recordó que cerca de 26 millones de alumnos de educación básica iniciaron con la primera fase de la implementación del plan y los programas de estudio del nuevo modelo educativo.
Dijo que los beneficios son realidades de una reforma cuyo peso moral, político, pedagógico y ético no se pueden negar. “Y porque en ella está despositada la esperanza de que millones de niños y jóvenes alcancen su máximo potencial y tengan una vida buena”, expresó.
Frente a niños y niñas del plantel a quienes también entregó los libros de texto gratuitos, recordó que se trata de la última ceremonia de arranque de un ciclo escolar que presidirá la presente administración, “seguros de que hicimos lo que teníamos que hacer y que lo hicimos muy bien”.
Dijo que seis años después se logran los objetivos planteados por la reforma como mejores maestros, escuelas, contenidos y logros de aprendizaje.
Finalmente, sostuvo que antes se tenía un sistema opaco con permanencia en la docencia y hoy se tiene un sistema claro y verificable basado en el mérito y en el esfuerzo construido por un millón 520 maestros participantes.