Lo que mueve hoy al secretario de Hacienda es seguir en la política, sin importar el cargo.
“Mira, lo que a mí me gustaría es seguir teniendo la oportunidad de contribuir como servidor público”, responde sin mostrar rasgo alguno de emoción José Antonio Meade Kuribreña cuando le preguntamos si le gustaría ser candidato a la presidencia del PRI en caso de no hacerse cargo del Banco de México en los próximos días, ante la inminente salida de Agustín Carstens. “A eso me he dedicado, eso me mueve y así quiero que mis hijos me reconozcan, como una gente que tuvo una vocación de servicio y que se desplegó con compromiso y entrega para lograr los mejores resultados en cada espacio de servicio en el que he tenido la oportunidad de desempeñarme”.
Meade nos recibe en Palacio Nacional, es casi la hora de la comida y él se devora unos chocorroles en un platito blanco de porcelana antes de comenzar la entrevista. Como es su costumbre, está de buen humor, abierto a platicar de todo un poco, sin hablar de más.
Los empresarios, desde Claudio X. González, hasta grupos financieros, como Citibanamex y BBVA Bancomer, ven con muy buenos ojos a Meade como candidato a la presidencia. Así lo han hecho notar en reuniones a puerta cerrada y en público. Confían en que él logrará mantener la estabilidad económica de un país que estaba acostumbrado a vivir crisis sexenales.
Pero Meade no quiere decir que sí o que no, esquiva las preguntas. Charlamos acerca del teléfono que trae en la mano, parece un viejo Nokia, de las primeras generaciones, el mítico modelo 3310 de la finlandesa que volvió a ponerse de moda entre los geeks. Aclara que no, es un Cisco que forma parte de su red de telefonía ultrasecreta de gobierno. Probablemente comunicaciones encriptadas al nivel del teléfono rojo que está en su escritorio o más. Es un Cisco, nos aclara. Hablamos de ciberseguridad y recuerda que alguna vez alguien le dijo que si no querían que se enteraran de algo, que no lo pensara. “No lo pienses”, le dijo. Así estará segura tu información. Esta es la charla y lo que piensa el titular de la Secretaría de Hacienda sobre algunos de los temas más comentados en las últimas semanas.
Por ejemplo, hablando de inteligencia financiera, dice que se han concentrado en tres rubros:
“Nos hemos concentrado en el tema de evasión, que es muy importante; nos hemos concentrado en el tema del huachicoleo y nos hemos concentrado en temas de corrupción y de narcotráfico. Sí sentimos que esta economía digital nos permite y nos obliga a jugar un papel diferente. Para las autoridades tributarias era muy difícil incidir en el entorno delincuencial porque estábamos concentrados en ver lo que había pasado en la economía cinco años atrás.
“Hoy podemos movernos para identificar qué es lo que está pasando en la economía casi segundo a segundo. Hoy en el SAT se procesan 200 facturas por segundo, eso nos permite una mejor capacidad de ser mejor compañero de viaje de las diferentes instancias que, de manera muy valiente y comprometida, estaban dando una batalla sin el acompañamiento tan eficaz como el que hoy la nueva tecnología permite”.
¿Y de dónde sale esta tecnología? Y estos, por ejemplo, data scientists que pueden hacer esta lectura de datos, porque pues es algo que en la iniciativa privada está muy peleado. Todo mundo quiere hacer este tipo de análisis en tiempo real
–Nosotros andamos en lo mismo, inteligencia artificial, modelos de riesgo. Y cada vez en el SAT, esa actividad, ese desempeño, esos riesgos, esa modelación, se hace de mejor manera y nos ayuda también a ir acotando espacios de discreción y que sean los modelos de riesgo los que vayan orientando el mejor uso de nuestros recursos para poder combatir aquellas actividades que acompañan corrupción, que acompañan delincuencia organizada o que resultan en evasión y en pérdida de recaudación.
A veces lo vemos muy como en las películas, y también en una ocasión dio un ejemplo de que no puede funcionar la justicia como en las películas, tiene sus tiempos, tiene sus procesos. ¿Ustedes ya han podido destrabar un poco estos procesos? ¿Unirlo con la procuración de justicia?
–Yo creo que se siente ya un cambio, se han mejorado los mecanismos de diálogo, los intercambios de información. Nosotros, y debo decirlo, la verdad es que tenemos hoy, pero tuvimos en Hacienda la posibilidad de acompañar a quien yo creo fue un gran procurador, Raúl Cervantes. La verdad es que la coordinación que logramos con él y con la Procuraduría fue muy buena. Nos parece que algo de lo que destaca su participación con la Procuraduría es que puso y llevó los debates a donde debían de estar, que no era en el debate de los nombres, sino en el debate de la arquitectura; ¿Cómo debíamos de estar procurando justicia en este país? ¿Cuáles debían ser los protocolos de intercambio de información? ¿Cómo debíamos de adecuar esos protocolos al nuevo Sistema Penal Acusatorio en el que hoy vivimos? ¿Qué teníamos que hacer diferente en lo tributario, en el armado de los casos, frente a esta nueva forma de administrar la justicia? Y en todo eso hubo aprendizaje, hubo coordinación y hubo resultados.
¿Y qué pasó? Pareciera que todo este trabajo y todo este esfuerzo que se está haciendo, para construir a un mediano y largo plazo, se tira a veces por cosas que parecen…
–Yo creo al revés, yo creo que valdría la pena reconocer un testimonio de pundonor que se da en el sector público, que se da en figuras públicas, en donde a juicio de Raúl y a pesar de lo mucho que se está adelantando, pues su nombre distraía del debate de fondo.
“Y, pensando Raúl que lo que para el país era relevante era el debate de fondo, pues se hace a un lado para que ese debate pueda darse. Ojalá estemos atentos a quien de manera testimonial, y con cargo incluso a propio espacio que estaba ocupando, nos vuelve a señalar que es el debate de fondo, que es el debate de los cómos, que es el debate de los qués, que es el debate de cómo construir justicia en México.
“Y nos recuerda que en el fondo lo que la gente quiere no es un debate de nombres y apellidos, sino un debate de cómo logramos que las instancias de procuración de justicia, que las instancias de seguridad cumplan con su objetivo.
“Y yo creo que es de reconocerse al que estuvo dispuesto, incluso poniendo de por medio su cargo, a recordarnos a todos que el debate de fondo debía ser cómo hacemos que la instituciones funcionen.
Imagino que ha leído esos grandes análisis que hacemos en la prensa nacional de todo esto. ¿Usted qué recomendación nos daría?
–Yo creo que estamos sembrando los principios. A ver, en algunos casos estamos consolidando instituciones que mucho nos han ayudado, en el tema de la transparencia. Hoy, una iniciativa que surge hace algunos años adquiere vigencia plena en los niveles federales y se vuelven vinculantes para estados y municipios, para partidos y para sindicatos. Me parece que es un instrumento que cada vez se consolida mejor, y en donde sociedad civil, gobierno, ciudadanos y medios, han aprovechado en el beneficio de su función. Estamos echando a andar, y este año el Presupuesto contempla casi 11 mil millones de pesos para el Sistema Nacional Anticorrupción, que habla justamente de un sistema que aplica a los diferentes niveles de gobierno, que aplica de manera preventiva y correctiva, y que es yo creo una de esas transformaciones fundamentales que tomarán tiempo en madurar, pero que nos dejan y nos permiten hoy contar con un mejor marco institucional del que teníamos antes.
“Y el otro es esa transformación de nuestro sistema judicial, nos tomó ocho años prepararnos, nos ha obligado a entrenar desde policía hasta jueces, no va a obligar a cambiar la forma como enseñamos y aplicamos el derecho en México, pero nos va a mover a un esquema que debe permitir un acceso a la justicia cotidiana mucho más fluido y cercano, mucho más expedito y, por lo tanto, mucho más justo.
“Y me parece que darle seguimiento a esos temas, así como a los debates de fondo que planteaba Raúl: ¿Cómo nos coordinamos entre niveles de gobierno? ¿Cómo homogeneizamos los procesos? ¿Cómo le damos el mismo sentido a cada uno de los delitos que estamos persiguiendo para que sean armónicos? ¿Cómo nos hablamos para coordinarnos entre las diferentes instancias de procuración de justicia? ¿Cómo, en los diferentes niveles, aportamos información y ayudamos en los procesos e judicialización y rendición de cuentas?
“Todos ellos son procesos relevantes, vale la pena a mi juicio releer su último informe en el Senado, porque ahí nos deja una hoja de ruta, nos deja señalados cuáles son los elementos y el camino al que debiéramos de movernos para tener un marco de justicia que funcione mejor”.
Algo que dice que deja es el caso Odebrecht terminado. ¿Ustedes trabajaron también junto con ellos?
–Nosotros participamos entregando información en todos los casos que nos fue solicitado. La Secretaría de Hacienda es responsable en los casos, sobre todo de evasión fiscal, de proporcionar a través de auditorías, a través de la información que tenemos los elementos centrales en materia de hacer justicia en los temas de evasión. En todos los demás casos somos parte auxiliar de la investigación, pero no responsables de la misma.
¿La parte de inteligencia financiera ahí no aplica?
–Participa, pero nosotros no hacemos la investigación. Nosotros aportamos los elementos que se requieren en cualquier investigación, no comentamos ni somos los que la llevamos a cabo
No siguen el dinero ¿o a lo mejor sí?
–Pero lo hacemos dentro del marco de otra instancia, que es la que investiga, aportando los elementos que nos sean solicitados.
¿La parte de, ahorita que estamos platicando de eso, Fepade y PGR son temas que le inquietan, ahora que parece que están en discusión en todas partes?
–A mí me parece que, de nuevo, lo relevante es discutir el fondo, discutir la arquitectura, hablar de la política criminal, hablar de qué esperamos de cada una de estas instancias, de cómo las coordinamos, de cómo las definimos, de a qué le ponemos acento y cómo aseguramos que funcionen.
“Me parece que estamos en la oportunidad de hacerlo y de hacerlo e fondo, como lo hemos venido discutiendo ya por mucho tiempo.
“En el caso, en el marco de procuración de justicia las transformaciones han sido profundas. El debate ha sido también profundo, claramente inacabado y vale la pena, por lo tanto, seguir revisando permanentemente si tenemos las instituciones a la altura de los retos que enfrenta el país.
¿Hay que esperar, hay que tener paciencia?
–No, yo creo que hay que entrarle, y yo creo que los temas de justicia, justamente, no pueden esperar. Y yo creo que estamos en la oportunidad de seguir revisando, empujando y consolidando los muchos temas en donde se han generado consensos, y los consensos han sido importantes, los consensos han implicado transformaciones de fondo.
“Y yo creo que se está esperando de nosotros que seamos capaces de ir traduciendo esas modificaciones y esos consensos en una efectiva implementación, corrigiendo lo que tengamos que corregir en el camino, pero dedicándole tiempo, dedicándole capital político, dedicando recursos humanos a que esas modificaciones que hemos hecho efectivamente funcionen”.
Hace unos meses platicábamos de esta parte, de que si usted tuviera que dejar en este momento la Secretaría de Hacienda, pues daría muy buenas cuentas, muy buenos números. ¿Nos puede hacer un corte de lo que ha logrado al frente de esta Secretaría?
–A mí el sector público me ha ofrecido muy buenas oportunidades, desempeños que se me han confiado al amparo de la gran generosidad de quienes han sido mis jefes. Y lo que yo he buscado es corresponder a cambio de esos encargos con compromiso, con lealtad y buscando siempre que ese compromiso y esa lealtad pues impliquen un trabajo eficiente en los retos que tenemos enfrente.
“A la Secretaría le toca cuidar el buen crédito de México en el mundo, le toca cuidar la confianza que se tiene en México. Es una confianza que hoy se pone a prueba por diferentes razones: que se pone a prueba porque hemos visto una caída profunda en los precios del petróleo, se pone a prueba porque hemos visto una caída importante en la plataforma, porque hemos atravesado por un marco de crecimiento global endeble. Se pone a prueba por la incertidumbre que tenemos de nuestros procesos de integración.
“Y frente a todas esas variables que no controlamos, hay algunas en donde sí podemos mandar señales de confianza y de credibilidad, que es la buena gestión de las finanzas públicas. Éste ha sido un activo de México por muchos años y es un activo que en esta circunstancia difícil vale más, en términos de que frente a la incertidumbre nuestro marco y nuestro manejo en finanzas públicas debe de abonar a generar certeza y eso es lo que hemos buscado hacer por encargo del Presidente en esta gestión”.
¿Las señales siguen siendo muy buenas hacia afuera?
–Yo creo que frente a los retos que atravesamos, México se sigue viendo fuera como un país que tiene instituciones, que maneja como parte de sus activos con responsabilidad sus finanzas públicas, que toma las decisiones que tiene que tomar cuando estas decisiones sean difíciles y complicadas y que busca así el que se tenga certeza y estabilidad, no porque queramos certeza y estabilidad por sí mismas, sino porque la certeza y la estabilidad nos permite que se genere empleo, que tengamos inversiones, que el crecimiento sea balanceado, que el crecimiento sea incluyente, que encontremos en este país mejores oportunidades.
“Y atrás del desempeño de una Secretaría de Hacienda que busca generar condiciones de certeza, busca hacerlo porque esas condiciones de certeza son las que permiten que, lo que es importante para las familias en México, el empleo, el ingreso, las oportunidades, el acompañamiento de sus esfuerzos, se puede ir materializando ya”.
¿Sigue habiendo un problema de percepción de que todo está mal, todo el tiempo?
–Mira, yo creo que los retos son distintos y nos obligan, estos retos diferentes, a trabajar de mejor manera.
“No es lo mismo el reto del alfabetismo, que el reto de procurar y construir espacios de educación superior; no es lo mismo el reto del piso firme, que el reto de construir viviendas y comunidades que sean armónicas y sostenibles.
“Al tiempo que se vuelve más complejo el reto, en parte porque hemos venido superando algunos que eran más básicos y que era muy importante que superáramos, el nivel de exigencia, el reto para nuestra política pública, el reto que ha enfrentado el gobierno, la forma como este reto puede expresarse, es mayor.
“Seguimos siendo un país que tiene, y así se reconoce a diario en este gobierno, muchos problemas y muchas dificultades, pero siempre hemos buscado poner esos retos en perspectiva, ponerlos en perspectiva de lo que hemos avanzado, ponerlos en perspectiva de lo que tenemos que hacer para seguirlos superando.
“Y yo creo que los dos ejercicios son igualmente valiosos: el sentido o autocrítico y lo que nos falta por hacer; y el sentido objetivo de identificar en dónde hemos tenido aciertos que nos han ayudado a superar retos y en dónde hemos tenido deficiencias que tenemos que consolidar, o que tenemos que superar con un mejor diseño de política pública”.
Hace unas horas, ayer don Ernesto Torres Cantú de Citibanamex, no sé si por ahí escuchó su discurso, dijo que no le preocupa el relevo de don Agustín Carstens en el Banco de México, dijo que será una transición suave. ¿A usted le preocupa?
–Mira, yo creo que Agustín es uno de los funcionarios públicos de más prestigio, de más talento, de mayor reconocimiento. Yo creo que el buen crédito de México en el mundo en mucho se construyó por Agustín y por su generación, por los funcionarios que lo acompañaron.
“Yo creo que ese buen prestigio lo lleva Agustín a nuevos desempeños, pero Agustín también fue parte de una generación que formó instituciones y dentro del gobierno mexicano, probablemente una de las instituciones más robustas, con mayor fortaleza, con mayor capacidad, con mayor credibilidad, es la del Banco de México, igual que el de la Secretaria de Hacienda.
“En los dos encuentra uno profundidad en sus cuadros, encuentra uno funcionarios comprometidos, encuentra uno como un activo la credibilidad de las definiciones de política de ambas instituciones.
“Y eso da certeza en la conducción de la política económica, al amparo de las dos instituciones, y me regreso un poco a lo que hemos platicado en procuración de justicia; el debate de fondo es el debate de las instituciones, de su construcción y de su prestigio.
“Y yo creo que hay algunas que tenemos que construir, que prestigiar y en las que se tenga confianza. Y hay algunas en las que se ha hecho buen trabajo de que, en México y fuera de México, se les reconozca en confianza y en profundidad. Y una de esas instituciones es el Banco de México.
¿Qué le quita el sueño ahorita?
–Mira, al secretario de Hacienda le quita el sueño todo, y se lo recupera el sentir que todos los días está abonando en mantener un manejo responsable de las finanzas públicas.
“Son muchos los temas, cada vez más en un mundo cada vez más complicado, que meten ruido. Y a veces lo que más ruido mete es lo que no tiene uno en el radar, lo que no tiene uno diagnosticado. De repente un evento geopolítico fuera, incluso de nuestro continente, de repente algún reto que tenemos dentro, como las consecuencias de los desastres naturales. Y todo ello tiene un impacto en nuestra economía.
“Frente a ello, pues al tiempo de permanecer alerta, de nuevo, mientras más claros seamos en lo que nos sorprende y en lo que sí podemos controlar, mejor podremos conciliar un sueño, que es bastante precario en un entorno de mucha incertidumbre.
“Pero hoy tenemos una economía con un crecimiento robusto, tenemos una economía con un crecimiento balanceado, tenemos nuevos motores de crecimiento, vemos inclusión en el crecimiento que hemos tenido y eso nos ayuda a reconciliar el sueño”.
Hay un video que anda circulando en donde dice uno de los candidatos a la presidencia que estamos en una grave crisis, en donde habla también de que no se va a construir el aeropuerto porque sería un gasto inútil, en donde habla también de armar refinerías. Parece que está contradiciendo todo el modelo de lo que se ha estado planteando en los últimos años.
–Yo creo que no es una contradicción del modelo, es una contradicción un poco a la realidad.
“Y si uno cree que en México necesitamos, para seguir atrayendo turismo y competitividad, pues la capacidad de recibir a 120 millones de personas, la única forma de hacerlo es aprovechando el único predio que se podía utilizar para efectos de construir ahí el número de pistas que, operando simultáneamente, pudiera funcionar.
“Si geoespacialmente hablando piensa uno que la solución es Santa Lucía, pues solamente que uno esté pensando que ese turismo va a llegar en avionetas. No parece compatible.
“El pleito, insisto, no es con el modelo, el pleito es con el espacio geoespacial, el pleito es con la geología, el pleito es con la realidad que no se ajusta a las soluciones que no reconocen el reto que estamos enfrentando.
“Sí estamos enfrentando retos, y frente a esos retos estamos proponiendo, estamos acordando y estamos implementando soluciones reales”.
