Un total de dos mil 21 plazas para la policía vial autorizó el Congreso del Estado para este 2022, y la pregunta es ¿Dónde están los más de 2 mil policías?
Esa es una pregunta que se hacen los ciudadanos y ahora los presidentes municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, aunque la Secretaría de Seguridad Pública del Estado se ha negado a responder aduciendo reserva en la información por “cuestiones de seguridad del personal y de estrategia operativa”.
La experiencia diaria, de circular en las calles de la ciudad y ya a cualquiera hora, ha puesto en evidencia que la vialidad es “tierra de nadie”, como lo destaca María Elena de Jesús, maestra, que se desplaza de un plantel a otro, apenas termina el turno matutino y comienza el vespertino. Labora para ambos.
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Asegura que la vía más rápida es cruzar por el centro de la ciudad, pero a esa hora permiten que se estacionen en doble fila los camiones de refresco o cerveza, abundan los repartidores de comida en motocicletas, algunos de ellos hasta circulando en sentido contrario, y los grandes ausentes son las y los policías viales. “Antes se veían muchos, actuando, infraccionando, hoy es difícil encontrar a una o uno”.
Alberto González sonríe y asegura que solo las ve “en los operativos para detener borrachos o levantando carros en Chapultepec, para luego ponerse de acuerdo por la avenida de la Paz, con los automovilistas y los choferes de las grúas”.
Sin embargo, fue el concierto de Coldplay para el 29 de marzo el que, primero, puso a prueba el manejo de las vialidades y sobre todo la presencia de agentes viales, que fue nula ese día.
El presidente municipal de Zapopan, Juan José Frangie, a quien le correspondió el evento por estar dentro de su jurisdicción, expresó que si el argumento para estar adheridos a la Secretaría de Seguridad y no a la de Movilidad, era el arma, pues que la dejaran y volvieran las calles. Insistió en que las y los agentes viales “no saben de seguridad” .
Ese mismo día el gobernador Enrique Alfaro le respondió al alcalde zapopano pidiendo que “se serenen” y dijo que lo ocurrido en torno al estado Akron fue falta de coordinación.
Sin embargo, al día siguiente, el 30 de marzo, la comisaría de Zapopan pidió 100 agentes viales, solo llegaron 30 y el caos se repitió, casi dos horas para llegar y hasta tres horas para salir solo del estacionamiento.
El presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, por su parte respaldó lo dicho por Frangie: “Es muy, muy diferente la labor de seguridad de la de ordenar la movilidad en la calle y en los cruceros viales y peatonales. La Secretaría de Movilidad necesita dientes, en este caso a una policía vial. Yo soy de la idea de que debe de regresar a la Secretaría de Movilidad, no tengo duda”.
Alfaro Ramírez ha anunciado que instalarán una mesa de diálogo, pasada semana santa, para solucionar el tema, pero la realidad es que aún quedan muchas dudas sobre donde están esos más de 2 mil policías viales.
El 12 de junio de 2021 fue la última convocatoria y el Coordinador General Estratégico de Seguridad, Ricardo Sánchez Beruben, dijo entonces que eran 400 plazas pero compartidas entre la policía vial, la policía estatal y custodios del penal.
Para la Universidad de Guadalajara la solución es clara y son los municipios quienes deben hacerse cargo de la Policía Vial, pues esa es la facultad que les otorga el Artículo 115 constitucional.
El Comité Universitario en Materia de Desarrollo Urbano, Movilidad y Ordenamiento Territorial lamentó que “el desempeño actual de la Policía Vial haya quedado limitado a funciones mínimas, sin un sistema integral de seguridad vial que genera descoordinación entre las autoridades competentes, mientras que los ayuntamientos del AMG están limitados”.
Los expertos urgieron entonces a “revisar y reestructurar el actuar de la Policía Vial, organizando y facultando a las instancias municipales para la regulación de la movilidad en la ciudad, con un programa integral para la operatividad desde los ayuntamientos y el desarrollo de la profesionalización de los elementos”.