Desde el pasado 25 de abril, wirrárikas iniciaron la caminata desde su comunidad en San Sebastián Teponohuaxtlán y así será hasta por un mes, hasta llegar a las puerta de Palacio Nacional en la ciudad de México, para reclamar al presidente Andrés Manuel López Obrador que cumpla con su promesa de devolverles sus tierras que los tribunales agrarios ya les devolvieron y que ganaderos nayaritas mantienen en posesión a la fuerza.
Es en cumplimiento a los acuerdos tomados en la Asamblea General, realizada los días 4, 5 y 6 de marzo en la comunidad de Tuxpan de Bolaños, Jalisco.
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Se concluyó entonces también que las autoridades tradicionales, agrarias y de bienes comunales de la comunidad indígena no aceptarán intermediarios, sino la única intervención del presidente de la república.
La disputa por esas tierras lleva más de 40 años, están en los límites de Jalisco y Nayarit e incluso se han dado conflictos armados, personal de juzgados y medios de comunicación han sido privados de la libertad en algunas diligencias y gobiernos van y vienen, sin que se cumpla la ejecutoria de las sentencias que ya causaron estado.
Por cierto personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco acompaña a los integrantes de la comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán, a los que ya se sumaron los habitantes de Tuxpan de Bolaños y que están en los mismos problemas.
Van hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad. No usan vehículos, van a pie, acampan y duermen a la intemperie. Llevan alimentos y agua, otros de sus compañeros se encargan de ir consiguiendo lo que necesitan.
Van dispuestos a caminar más de 800 kilómetros por casi un mes, desde la sierra norte de Jalisco hasta la Ciudad de México, en busca de apoyo del ejecutivo nacional para que se de cumplimiento a las resoluciones judiciales, con las garantías de que no habrá violencia.
Su objetivo es claro: Que se acaten las resoluciones de los tribunales agrarios que determinaron y ordenaron que se devuelvan las tierras ancestrales a los ahora inconformes.
La marcha inició el martes 25 de abril y en próximos días esta caravana pacífica pasará por la zona metropolitana de Guadalajara, donde se espera el respaldo de los tapatíos para seguir en el largo trayecto hasta la capital del país.
Destacaron que sólo se interrumpirá la marcha si el propio presidente los intercepta antes, durante el trayecto, ya que no permitirán otro interlocutor.