El plástico de un solo uso es un invitado no deseado en las costas de Jalisco, principalmente de Puerto Vallarta e incluye a Bahía de Banderas. Esto se desprende de una investigación por parte de la Universidad de Guadalajara (UdeG), cuyos especialistas llaman a dejar de hacer uso de esos materiales, evitarlos lo más posible.
La doctora Belkis Coromoto Sulbarán Rangel destacó que los hay en la arena, en el agua y ampliarán la investigación para saber de su presencia en los peces y moluscos de la región. Y llegaron de otros lados, escoltados por los seres humanos o incluso a través de los ríos que desembocan en la zona.
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Esta investigación nace de la tesis que presentó la maestra Ixchel Alejandra Mejía Estrella, para el doctorado en Agua y Energía del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) sobre Micro y nanoplásticos presentes en sedimentos costeros de Puerto Vallarta, Jalisco y su efecto ecotóxico.
Los hallazgos se hicieron en playas de Puerto Vallarta, como de los Muertos, de Oro y Boca de Tomates, y Bahía de Banderas.
En un recorrido a detalle levantaron muestras de las arenas de estas playas en donde encontraron tres tipos: Microplásticos de polietileno en abundancia, que no es sino el plástico que viene de botellas de PET y que se supone pudiera ser rfeciclado, pero es el más abundante justo porque es el que más se usa.
Un segundo plástico en la lista es el poliestireno, mejor conocido como hielo seco, que se utiliza para envases y platos de un solo uso, cuya vida útil es muy corta y una vez desechado puede permanecer en el ambiente muchos años.
Y finalmente el poliéster, que las investigadoras identificaron en forma de fibras, provenientes de los textiles que se desprenden cuando se lava la ropa muy probablemente en los ríos que desembocan en la zona..
Los ríos que llegan a Vallarta
Son tres ríos los que desembocan en Puerto Vallarta y justo sobre la zona donde hicieron los estudios. Son: El Cuale, el Ameca y el Pitillal.
El río Cuale desemboca en la playa de los Muertos y en esa zona se encontró esencialmente el plástico de Pet o de botellas.
Sobre la playa de Oro lo hace el río Pitillal y ahí, a pesar de que es medianamente visitada, se encontraron microplásticos.
En Boca de Tomates fue el mayor hallazgo y pudiera haber una explicación considerando que ahí desemboca el Río Ameca. Se trata generalmente de “microplásticos”, detalló Sulbarán Rangel. Justo el Río Ameca tiene una extensión de 230 kilómetros y recorre diversas localidades de varias regiones de Jalisco. Nace en las faldas del Volcán de Tequila y La Primavera y fluye por la región de Los Valles, donde hay gran estrés de contaminación industrial y urbana, explica la académica del CUTonalá de la Universidad de Guadalajara.
El plástico, del mar a tu mesa
Pero el escenario puede ser más complicado, que el plástico no solo quede en la arena, sino sea consumido por peces y moluscos bivalvos comoostras, almejas y mejillón, que habitan en la costa de Puerto Vallarta y que absorben cualquier tipo de sustancia. Este organismo lo consumen personas, pero también están dentro de la cadena trófica, entonces, puede crecer la afectación”, destacó Belkis Coromoto Sulbarán Rangel.
Los microplásticos -advirtió- son capaces de absorber metales pesados, “y después el microplástico lo consume el microorganismo y luego lo consumimos nosotros”, expresó la académica.
La identificación de plásticos mediante el proceso de caracterización química se logró con tecnologías que posee la UdeG, en colaboración con dos investigadores del Instituto Tecnológico de Veracruz: la doctora Carolina Peña Montes y el doctor Luis Alberto Peralta Peláez.
La académica del CUTonalá destacó que queda claro que el ser humano pierde la batalla con los plástoicos exhortó a la población a que disminuya el uso de plástico de vida corta como botellas, bolsas y empaques de alimentos como hielo seco; y que, por otro lado, los gobiernos apliquen políticas públicas a efecto de que se generen mejores regulaciones de los desechos, gestión de aguas residuales y limpieza de mares y playas.