La violencia de género es un fenómeno que cada vez se agrava en el país y el Estado, sin embargo, la problemática va más allá porque ahora también se empieza a atacar, cada vez con mayor frecuencia, a quienes defienden a las víctimas y ante ello no queda más que seguir resistiendo y alzando la voz para no permitirlo.
Ana Fátima López, coordinadora nacional de la Red de Abogadas Violeta, consideró que la vía para no mermar la lucha que durante décadas se ha dado es seguir activos y como sociedad civil reagruparse en aras de continuar en unidad.
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Ante autoridades indolentes que han demostrado que en el país no pasa nada, incrementando así el ambiente de impunidad, no deja de manifestar la preocupación latente pues casos como los de Cecilia Monzón, la abogada y activista en favor de los derechos de las mujeres asesinada la semana pasada en Puebla, da una clara señal de que el papel del defensor no es bienvenido.
¿Qué se lee de lo ocurrido a Cecilia?
Tenemos enfrente la amenaza cierta y directa para todas las y los defensores de derechos humanos. En el caso de Cecilia es súper lamentable. Ella se destacó por ser una mujer durante muchos años reconocida abogada en defensa de los derechos humanos de las mujeres. Entonces, con toda su capacidad y conocimiento, su pericia, que haya caído de esta manera, que la hayan asesinado, imagina lo que nos queda al resto de las mujeres. ¿Qué mensaje políticamente nos dice que pueden acabar con la vida de una defensora?
¿Qué queda al respecto?
Creo que nos están dejando una clara señal de que no somos bienvenidas, de que no nos quieren aquí, de que nos van a callar a como dé lugar. Entonces, realmente estamos en una situación de riesgo, estamos verdaderamente preocupadas por lo que nos pueda pasar y sobre todo por lo que implica para todas las demás el seguir ejerciendo nuestra profesión, seguir buscando la defensa de las mujeres.
¿En Jalisco qué tan grave puede ser o será este problema?
El tema que yo veo en Jalisco es el impacto que va a dejar la impunidad de una activista como es Cecilia, porque hace unos meses hablábamos del asesinato de otra activista en Tonalá, una activista en defensa de los derechos ecológicos, y quedó en el olvido. Entonces, es un tema que sí va a impactar a Jalisco, que sí va a seguir dejando esta huella de que no pasa nada mientras nos están acabando a nosotras.
¿Esto qué está generando en la entidad?
Cada que pasa este tipo de crímenes, lejos de abonar o de hacer que las autoridades se comprometan más con el tema de la justicia, pareciera que se vuelven más omisas en cuanto a sus capacidades para poder responder a la violencia que sufrimos. (Esto) porque al interior de las instituciones siguen señalándonos, nos siguen minimizando, y son acciones que nos van generando miedo, dolor, pero sobre todo muchísima vulnerabilidad.
¿Qué hacer ante todo este panorama?
Esto sigue pasando y nosotras vamos a seguir resistiendo y es una lucha en la cual no nos vamos a cansar. Tenemos que hacerlo porque hay que dejar la huella para las demás que ya están saliendo y que vemos cada 8 de marzo. ¿Qué queda para nosotras? Seguir poniendo el cuerpo, la cara, las manos al frente y esperar que esto vaya evolucionando poco a poco y que nos escuchen algún día. No nos vamos a callar solamente porque quieren, Jalisco va a seguir buscando la manera de que las mujeres tengamos una vida libre de violencia con o sin su aprobación.
¿Cómo lograr que la sociedad civil siga activa en estos temas?
La sociedad civil de Jalisco es muy movida, lo podemos ver con el tema anticorrupción, con el de designaciones. Tenemos a sociedad civil como Cladem, a las compañeras de Por Amor a Ellxs, tenemos mucha actividad vigente que no va a parar. Creo que lo que sigue ahora es que nos reagrupemos, tomemos aliento y sigamos hacia una misma línea. Es lo que tenemos que estar buscando.