Viene lo más difícil de la temporada de incendios; experto

El maestro Enrique Jardel, de la Universidad de Guadalajara, advierte que la situación se agrava debido a que las dependencias trabajan con recursos económicos limitados

Víctor Chávez Ogazón

  · jueves 18 de abril de 2019

En el segundo trimestre del año -de abril a junio- se esperan escenarios todavía más complicados y especialmente en la región de la Costa Sur, Foto: Cortesía

Si ya hay saldo negativo en cuanto a incendios en Jalisco, debemos de estar preparados porque la temporada será aún más “difícil”, advierte el maestro Enrique Jardel, de la Universidad de Guadalajara, quien asegura que esto se debe a las condiciones climáticas, se suma la escasez de recursos para brigadistas y acciones preventivas.

En el segundo trimestre del año -de abril a junio- se esperan escenarios todavía más complicados y especialmente en la región de la Costa Sur, afirmó el maestro Enrique Jardel Peláez, Director de la División de Desarrollo Regional, del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), de la UdeG.

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“Estamos viviendo ya condiciones climáticas muy secas y muy calientes. Las circunstancias de esta estación de incendios son favorables para la propagación del fuego. Se espera una temporada difícil, hay lugares donde ya están ocurriendo incendios complicados”, aseguró el también investigador de la Reserva de la Biósfera de Manantlán.

Pero advierte que la situación se agrava debido a que las dependencias trabajan con recursos económicos limitados para las acciones preventivas de control del fuego en los bosques, y para el combate a los incendios que puedan presentarse durante esta temporada, que concluye en junio con la llegada de las primeras lluvias.

Dijo que desde la administración del presidente Enrique Peña Nieto las dependencias como la Comisión Nacional Forestal y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas arrastran el problema presupuestal y se enfrentan ahora con el cambio de gobierno y el retraso en la asignación de recursos, explicó Jardel Peláez.

“Son de esos problemas comunes que ocurren cada seis años con el cambio de administración, se retrasan los presupuestos y, además, hemos tenido una caída constante de los recursos que se aplican para la conservación de los bosques y para cuestiones como incendios forestales –denunció–. Las dependencias están haciendo esfuerzos para trabajar con lo que hay, pero el sexenio pasado fue desastroso para el medio ambiente y los bosques, y ahora se trabaja con lo que se tiene, en circunstancias sumamente difíciles”.

Aseguró el profesor universitario que en 2018 el clima ayudó a que no se registraran tantos incendios, fue “un año atípíco” en el que la superficie afectada por el fuego “fue muy baja”, con alrededor de 160 hectáreas, a diferencia de 2017, que fue “un año complicado”, pues en Jalisco se quemaron alrededor de 120 mil hectáreas de bosques, y en Manantlán resultaron afectadas alrededor de 20 mil.

“Ese año se conjugaron varias circunstancias; por un lado, habíamos tenido, en 2015, al huracán ‘Patricia’, que aumentó la cantidad de combustible forestal como árboles caídos, hojarasca y leños; tuvimos un año con condiciones bastante secas. Eso se combinó con el problema de los recortes en el presupuesto de las dependencias gubernamentales que operaron con recursos limitados para el combate de incendios, y se dejaron de hacer tareas de prevención que se venían haciendo en años anteriores”, aseguró.

Desde hace 30 años un equipo de investigadores trabajan en zonas boscosas y Jardel Peláez es uno de ellos, que han emprendido diversas acciones para favorecer la prevención de los incendios tanto en Manantlán, como en la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente del Río Ayuquila, el Bosque La Primavera y otras áreas naturales protegidas en México y Centroamérica

Estas acciones van desde establecer comunicación e impartir educación ambiental, hasta la prevención física relacionada con el manejo de combustibles forestales; sistemas de guardarrayas y brechas corta fuego; trabajo de investigación científica; asesoría técnica y de capacitación; además de operar un sistema de información y monitoreo de incendios forestales.

“No trabajamos sólo en el combate de incendios, sino también en bosques y ecosistemas con ciertas características de respuesta a los incendios forestales. Es necesario trabajar con un enfoque de manejo del fuego que tiene que ver con cómo se manejan la tierra, los bosques, las áreas agrícolas y los pastizales ganaderos; cómo se previene la ocurrencia de incendios y el manejo del fuego de manera adecuada como una herramienta y un proceso ecológico que forma parte de estos ecosistemas”, terminó.