Como ya es tradición en Semana Santa llegan las representaciones de la Pasión y Muerte de Jesús a través del viacrucis y uno de ellos es considerado el segundo más importante del país después del de Iztapalapa, el de San Martín de las Flores en San Pedro Tlaquepaque con 230 años y que en esta edición esperan más de 130 mil visitantes.
En entrevista con EL OCCIDENTAL Miguel Iván Alejo Bareño, conocido como “el Cristo de la Judea” porque desde hace nueve años representa a Jesucristo en la Judea de Tlaquepaque y lo hace tan bien que año con año lo buscan.
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Él nació muy cerca del Parián y ahí vive actualmente aunque sus representaciones comenzaron en Tonalá donde pasó su infancia y adolescencia. Su primer acercamiento fue por casualidad porque ante una enfermedad de su madre hizo la manda de interpretar a Jesús en el Viacrucis del templo de Santa Cruz de las Huertas, una comunidad tonalteca donde se ganó el cariño de la gente y por diez años se mantuvo como el personaje principal de Tonalá para después por azares del destino llegar a Tlaquepaque donde lleva nueve años interpretando al Cristo de la Judea.
“Mi debut fue en Tonalá sin imaginarme que ahí iba a durar una década y posteriormente brincar a la Judea más grande de Jalisco en San Martín de las Flores; yo siento que Dios me fue calentando a fuego lento. Lo veo como un apostolado”. Su preparación es espiritual y física, pues el papel que representa es el más complejo al cargar una cruz de madera que pesa 120 kilos y recibir más de 50 golpes al ser flagelado.
Lleva 9 años seguidos en el papel de Jesús
Miguel Iván Alejo Bareño, quien personifica a Jesucristo en el Viacrucis, es maestro de Artes Plásticas donde comenta: “Yo no fumo y no tomo, me mantengo lo mejor que puedo porque es una actividad muy extenuante y sé lo que se siente estar ahí, porque mi cuerpo ya resiente y los golpes me duelen".
El de Santa Rosa cobra importancia
Desde hace casi medio siglo en el templo de Santa Rosa de Lima en Zapopan realizan una viacrucis, que se ha convertido en el segundo más importante de la ciudad, superado solo por el de San Martín de las Flores en Tlaquepaque. Ahí participan decenas de personas que interpretan a los personajes principales para revivir la Pasión de Cristo a lo largo de nueve cuadras que recorren en casi dos horas a un costado del Cerro del Tesoro, a espaldas de donde se construye el Santuario de los Mártires. Para este año saldrán de la calle Sierra de Mazamitla hacia el templo por la lateral de 18 de marzo a fin de evitar complicaciones viales pues a diferencia de los primeros años del Viacrucis en Santa Rosa de Lima, la zona creció habitacionalmente. Por esta ocasión el calvario se colocará enfrente del templo y a un costado el sepulcro, explicó Gerardo Jiménez Lozano, párroco de Santa Rosa de Lima quien llamó a los asistentes a vivir la pasión de Cristo. “No es una representación, sino que es vivir el Viacrucis".
Viacrucis no son paganos
Los viacrucis deben vivirse con devoción, forman parte de la historia católica y no se vale hacer de las celebraciones de Semana Santa un evento pagano, dijo Antonio Gutiérrez Montaño, vocero del Arzobispado de Guadalajara que recordó que los viacrucis nacieron en la iglesia con la finalidad de acompañar el recorrido que hizo Jesús desde que fue juzgado hasta el momento de su muerte en 14 estaciones.
“No estamos de acuerdo con la actitud de personas que participan en viacrucis multitudinarios y en momentos de devoción y de fe, hacen una pachanga, fiesta y cualquier tipo de excesos de comida y de bebida, incluso alcohólica”.