Hasta que no se descarten riesgos, los trenes de la Línea 3 circularán a una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora en la avenida Juan Pablo II, zona en donde se registró un socavón de amplias dimensiones, señaló el secretario del Transporte, Diego Monraz Villaseñor.
“Durante la noche y madrugada estuvimos analizando si iba a arrancar a las 05:00 horas en operación normal y lo que se decidió es que primero se hicieran pruebas en vacío en las dos vías, la de ida y regreso, y se comprobó que tanto lo que visualmente se veía en esta inundación y lo que la calle presentaba estaba todo estable”, dijo.
Esto debido a que la zona tiene una base compactada, ya que relativamente es nueva porque se renovó junto con la Línea 3 y por eso no presenta ningún riesgo, no afectó a la infraestructura o cimentación.
Las pruebas en vacío fueron supervisadas por personal técnico en la parte superior y “se comprobó que no había ninguna vibración, que funciona con toda normalidad, sin embargo, en ese punto se hará el recorrido con menor velocidad, la velocidad puede llegar a 70 kilómetros por hora en línea recta, en la curva se baja a 20, pero hoy va a ser a 10 kilómetros por hora, lo van a ver muy lento”.
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Esto mientras se extrae toda el agua acumulada en la obra y, que una vez seco, se haga una nueva revisión de las condiciones del sitio para tener precaución, ya que los hechos están a 20 metros de distancia de las columnas, las cuales tienen una profundidad de 30 metros.
Monraz Villaseñor explicó que desde las 22:00 horas en la que fueron notificados se trasladaron a la zona para supervisar las acciones que se harían y, desde las primeras horas de trabajo, observaron que sucedió en un predio particular cercano a la zona de la llamada Curva y a escasos 20 metros del trazo de la Línea 3.
Se pidió el apoyo de Protección Civil del Estado para reforzar el trabajo de Protección Civil de Zapopan que ya estaba ahí.
También se solicitó el apoyo de los ingenieros de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas que recibieron la Línea 3 al terminar su construcción y que la conocen bien, a ellos se sumaron los ingenieros de Siteur.