Invertir mínimo el 1% del presupuesto en cultura y hacerla el motor del cambio para generar una cultura de la paz, inclusión, identidad, sustentable y de hábitos saludables son los objetivos de la propuesta en esta materia del candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Guadalajara, Ismael del Toro Castro.
Los casi 100 millones que representan ese 1% del presupuesto municipal serían destinados para la obras, esculturas y actividades en las zonas más vulnerables del municipio en donde se combinaría el arte, la recreación y el deporte como estrategia del cambio social, así como para alejar a los menores de la delincuencia.
Para el candidato anaranjado la cultura se convertirá en la mejor herramienta para avanzar en una convivencia social basada en la paz y con ello prevenir la violencia y la inseguridad, porque se le apostará al tema de la “infraestructura para remodelar todos los centros culturales de la ciudad y convertir en el epicentro de la reconstrucción del tejido social, se abrirán escuelas municipales de robótica, ballet, disciplinas enfocadas a las industrias creativas de la ciudad para poderlas vincular con los otros ejes de gobierno”.
Para lograr lo anterior no sólo se requieren de los más de 100 millones invertidos en la presente administración, sino incrementar la oferta de talleres artísticos y culturales pero dirigidos al público de todas las edad y con esa referencia “podamos apropiarnos del espacio público por parte de la comunidad” y apoyados por el gobierno, para también conformar grupos artísticos comunitarios, con eso esperan alejar a los menores y jóvenes de los grupos de la delincuencia.
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Con esto –dijo Del toro Castro- se pretende hacer que Guadalajara desarrolle estos talentos y se puedan mostrar al público al promover residencias para los artistas puedan estar en la ciudad y en especial que las compañías de teatro y arte presenten sus obras en los teatros y recintos de la ciudad para poder detonar una oferta amplia en la ciudad, darle seguimiento al Festival Sucede y al de GDLuz, así como la apertura de radios comunitarias.
En este contexto no descartó en continuar con el programa de esculturas monumentales iniciado en la presente administración, pero se buscaría el consenso social para evitar el descontento de un sector de los ciudadanos que se sintieron ofendidos por la colocación de la obra llamada “Sincretismo” y que se consideró una afrenta a la comunidad católica al ser instalada a unos metros de una iglesia católica.
Finalmente dijo que utilizar el arte y en especial una obra polémica para la sociedad tapatía como marco del inicio de una campaña a gobernador, no es otra cosa que la muestra de la pobreza o ausencia de propuestas concretas para los ciudadanos. “Que empiece la campaña con el tema de quitar una escultura es que no tiene ninguna propuesta, que sea el eje rector y el arranque de una campaña habla de lo chiquito que son los candidatos”.