Este miércoles, usuarios del transporte público esperaron molestos y ansiosos por más de una hora en la Avenida San Gaspar de Tonalá a que las rutas 37 San Gaspar y 37 Lomas del Gallo les brindaran servicio.
Como es sabido, en esta ciudad tan grande, se utiliza el subir por la puerta trasera, pues en ocasiones los mismos pasajeros "no se recorren" y se crea un caos en la parte frontal.
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Este día, había unidades en las que no cabía ni una alma más, sin embargo; también había algunas en las que se podía recurrir a subir por detrás, y ni así los chóferes se detenian a dar el servicio.
Cuando se corría con la suerte de que algún camión se detenía, entre empujones y algunos golpes, uno que otro pasajero lograba colarse, ya fuera quedando pegados a la puerta o haciendose espacio más hacia el centro.
La minoría que no tenía prisa por llegar, esperaba a que el siguiente sí se detuviera, pero no tenían suerte; los que debían llegar al trabajo, la escuela o a alguna cita, optaron por tomar otro tipo de transportes: como taxis o servicios de coches de plataformas.
Otros más, que no podían esperar, pero que no tenían como opción gastar más, caminaban cuadras arriba con la esperanza de que las unidades estuvieran más vacías.
Al menos tres paradas oficiales de entre la Avenida Zapotlanejo y Avenida Malecón parecían ser invicibles, pues aunque en efecto, los camiones parecían ir más vacíos, no se detenían.
También hubo quienes se desplazaron en busca de rutas alternas.
Usuarios aseguran que todos los días es una aventura el momento de trasladarse a su destino, pues tal parece que es cuestión de suerte.