La falta de una política pública en materia de seguridad y criminalidad en la zona de Pueblo Quieto ha elevado los índices delictivos y al Estado.
Un lugar que por décadas ha estado en abandono por parte de los tres órdenes de Gobierno a pesar de las constantes denuncias, hechas por diversos organismos y medios de comunicación, señaló el criminólogo e integrante del Observatorio sobre Seguridad y Justicia del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, Rubén Ortega Montes.
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“Falta una política criminal que deba de ir por la contención, por la prevención, que deba ir atacar el problema (…) cuando aquí hay un convenio de coordinación con Zapopan, yo creo que deberíamos tener mayor presencia de la policía en este caso bimunicipal de Zapopan y Guadalajara.
Indicó que, Pueblo Quieto rebasó la estructura de los gobiernos en materia de seguridad: “Carecemos de un programa de política criminal que realmente responsa a la expectativa que se tuvo con la decisión de que Pablo Lemus, gobernara Guadalajara” al indicar que no es tiempo de pasar “la bolita” para contrarrestar la violencia que se vive.
En entrevista, mencionó que las acciones de seguridad que se apliquen deben estar vinculadas con la protección de los Derechos Humanos de la población que vive
Pueblo Quieto.