La rectora del Centro Universitario de Tlajomulco de la Universidad de Guadalajara, Leticia Leal, víctima de violencia vicaria por su ex pareja y catedrático, fue respaldada por universitarias, no sólo para denunciar públicamente el caso, sino para exigir acciones de la Máxima Casa de Estudios e incluso la líder estudiantil Zoé García anunció que se manifestarán bloqueando el acceso del catedrático al centro Universitario donde da clases.

Exigen justicia contra el presunto violentador, que durante cinco años presuntamente ha incurrido en violencia vicaria, evitando que ella pueda tener contacto con su hijo, pero además ejerciendo violencia física y fue acompañada por otra rectora Karla Planter, la ex diputada Mara Robles y la rectora emérita Ruth Padilla, entre otras.

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Erika Loyo, titular de la Unidad para la Igualdad de la Universidad, dio todo su respaldo y aunque reconoció que el proceso “es abrumador y quienes lo sabíamos, no queríamos decir nada, pero algo se mueve desde adentro y ya no lo vamos a permitir. Me parece que es algo en que todos debemos participar en el ámbito del hogar y la familia, el entorno universitario”. Refirió que involucra a dos universitarios y por lo tanto se ha dado vista al abogado de la máxima casa de estudios y el asunto pudiera sentar un precedente, sobre todo luego de considerar que la consigna universitaria “cero tolerancia” para este tipo de casos. Ella informó que en Jalisco hay más de 600 mujeres que sufren de violencia vicaria. Y llamó a la comunidad universitaria a unirse en contra de la violencia vicaria.

La rectora Leticia Leal Moya por su parte comentó que el tiempo y el desgaste en este caso, la llevaron a alzar la voz ahora.

Todo el momento se escucharon consignas como “No estás sola” y “Todas somos Lety”, en torno a la Rambla Cataluña, esa explanada ubicada justo a un costado del Paraninfo y frente a la Rectoría de la UdeG.

La rectora del CuTlajomulco denunció como su ex pareja, Nauhcatzin Bravo Aguilar, profesor del CUCEA, con más de 40 demandas, denuncias, calumnias y acusaciones infundadas, incluida la pérdida definitiva de custodia y pago de pensión alimenticia de altos montos, que no han prosperado, le arrebató a su hijo sin tener contacto hasta este año.

“En septiembre pasado, las autoridades judiciales ordenaron el restablecimiento de la convivencia con mi hijo y, para evitarlo, su padre ilegalmente presentó otra denuncia falsa en mi contra en la Ciudad de México, ahora por abuso sexual”, expresó.

“Mi hijo tiene derecho de convivir con mamá, a un entorno saludable y favorable para su pleno desarrollo personal, emocional, moral y espiritual. Por ello, solicito su apoyo para que mi hijo se reintegre al hogar materno; para que pueda convivir libremente con su mamá y que reciba el amor inmenso que le tenemos al más pequeño de nuestra familia”, sentenció la catedrática de amplia trayectoria y reconocimiento.

Hace unos días un desplegado firmado por 3 mil 500 mujeres integrantes de diversos colectivos le expresaron su apoyo, a ellas les agradeció el respaldo para exigir a autoridades cese caso la violencia de género vicaria e infantil.

La Rectora del Centro Universitario de Los Altos, doctora Karla Planter, comentó por su parte “hemos escuchado que la violencia vicaria causa un daño tremendamente profundo, no sólo a las mujeres sino a las niñas y a los niños y muchas veces daños irreversibles que los deja marcados para toda la vida. Este tipo de violencia no ha sido visibilizada lo suficiente”.

La consejera universitaria y legisladora, doctora Mara Robles Villaseñor, recordó las circunstancias donde conoció al hijo de Leal Moya, en las reuniones de trabajo con su mamá. Definió la característica de la violencia vicaria: la crueldad para dañar a la otra a través de lo que más le importa, sus hijos: “Yo quiero decir por primera vez, públicamente que Lety trabajó intensamente, discretamente, calladamente para que hubiera una Ley Vicaria y que ella, desde su silencio, fue una gran aliada para todas las mujeres del frente vicario”.

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Mientras tanto la presidenta de la FEU, ingeniera Zoé García Romero, se solidarizó en nombre de la comunidad estudiantil con Leal Moya y ofreció insistir desde la administración universitaria para separar a Naucatzin de las aulas. “No vamos a permitir que una persona así, que un abusador esté frente a un aula, paseándose por los pasillos como si nada pasara, no lo vamos a permitir. A partir de conocer todo esto, alzamos la voz junto contigo, acompañándote y haremos lo que sea necesario para que esa persona no pise más un aula y tenga las consecuencias conforme a sus actos”.

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