/ lunes 4 de noviembre de 2019

Universidades del Bienestar, educación superior en terrenos de un potrero

En Jalisco, los tres institutos que prometió el presidente López Obrador aún son una ilusión

Las Universidades del Bienestar Benito Juárez que prometió en campañas el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en Jalisco aún solo existen en las mentes de algunos y los planos de otros; su ubicación oficial es sobre lotes baldíos y solo en un caso ya se colocó la primera piedra. Son los municipios los que han llevado la carga económica, Ayotlán, por ejemplo, compró tres hectáreas en 4.2 millones de pesos y lo paga en abonos. Tecolotlán es que esa promesa aún es un terreno con maleza y basura. Y en Tomatlán, como en los otros dos casos, se esperaba una afluencia de 120 alumnos, que no llegan a 30 y toman clases en aulas de una secundaria técnica.

En los tres casos son sedes alternas donde toman clases, escuelas federales o como el caso de Ayotlán la casa de la Cultura municipal.

Los alcaldes de esos tres municipios han “empujado” los proyectos, confiados en que para el 2020 les llegará recurso extraordinario para iniciar la construcción de los centros universitarios que tendrían -según el proyecto inicial- una asistencia de mil 280 alumnos.


Chécalo:



Para llegar en burro

Al cuestionarlas sobre la forma del transporte para llegar a las futuras instalaciones, las bromas de los conocidos saltan de inmediato y dicen “ellas son de burro, no de camión” debido a las condiciones en las que está la brecha de alrededor dos kilómetros que lleva al terreno, pero a la Casa de la Cultura municipal se van caminando y saludan a cuanta persona conocen.

Pero cuando tengan las nuevas instalaciones será el problema ya para esa zona no hay transporte público y utilizar los servicios de la moto taxi de lunes a viernes les implicaría un gasto aproximado a los 200 pesos por semana.

El proyecto aún no lo conocen por completo y según lo que les dijeron serán seis salones los que se construyan, tenían tres Maestros y uno de ellos renunció hace menos de tres semanas debido a que tuvo una mejor propuesta económica y renunció al proyecto de formación de los estudiantes.

Tomatlán

La historia en Tomatlán, municipio de la región costa norte de Jalisco, no es distinta, apenas llegan a 30 los alumnos que acuden. El plantel existe solo en planos y mientras tanto los estudiantes toman clases temporalmente en un aula de la secundaria técnica número 18, que se localiza en la zona centro.

Aquí es más complicado que lleguen estudiantes de otros municipios, en todo caso arribarían de algunas rancherías y los caminos rurales están en pésimas condiciones debido al huracán y las dos tormentas tropicales que golpearon a la región durante el temporal que está por terminar.

Ayotlán: predio en abonos

El municipio de Ayotlán, con 40 mil habitantes y 33 escuelas, ve con regocijo la llegada de una universidad a la región, sin embargo, pareciera una tarea casi imposible ya que se trata de un municipio con pocos recursos, donde la pobreza multidimensional entre su población es de un 48 por ciento y solo tiene una escuela de formación para el trabajo, no hay ningún plantel con nivel de licenciatura.

Fue el propio gobierno municipal de Ayotlán el que adquirió el predio de tres hectáreas donde estará la universidad, a un costo de 4.2 millones de pesos.

El presidente municipal reconoce que quedó distante y a las afueras de la cabecera municipal, se sitúa en Ayo Chico.

Tierra sin delimitar

Encontrar en Tecolotlán el lugar donde estarán las instalaciones fue complicado y no todos los habitantes lo conocen ya que la zona conocida como el “Potrero” o “Chapingo” está a unos dos kilómetros de la cabecera municipal, se necesita tener por lo menos motocicleta para subir las pendientes de un camino de brecha, lleno de baches, piedras y algunos hoyos.

La sorpresa que uno se encuentra en esta zona es que la “Universidad” ni siquiera está delimitada en el terreno, al menos en donde el poblador tiene idea de que se construirá ya que es un terreno privado, junto a una cancha de futbol.

Ante esta situación se optó porque los 27 alumnos de ese municipio y de dos comunidades cercanas tengan que estudiar Ingeniería Ambiental por las tardes en las instalaciones de la Casa de la Cultura, la cual también tiene algunas obras de remodelación.

En esta comunidad, dos Estudiantes que no dieron su nombre explicaron los problemas por los que se tienen que pasar para llegar hasta donde estarían las instalaciones tan prometidas y “no la han construido, apenas están en ese proyecto”.

Las jóvenes desconocían la fecha en la que se pudiera construir el plantel, aunque la idea es que se iniciara en este mes de noviembre y terminar en diciembre, lo cual parece lógico si se toma en cuenta que para las 100 universidades que se construirían hay un presupuesto de mil millones de pesos.

Conoce más...

  • 27 alumnos de la carrera en Ingeniería Ambiental están inscritos en este proyecto federal que se ubica a 115 kilómetros de la capital de Jalisco y en donde el transporte público es escaso.


Víctor Chávez | El Occidental

Las Universidades del Bienestar Benito Juárez que prometió en campañas el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en Jalisco aún solo existen en las mentes de algunos y los planos de otros; su ubicación oficial es sobre lotes baldíos y solo en un caso ya se colocó la primera piedra. Son los municipios los que han llevado la carga económica, Ayotlán, por ejemplo, compró tres hectáreas en 4.2 millones de pesos y lo paga en abonos. Tecolotlán es que esa promesa aún es un terreno con maleza y basura. Y en Tomatlán, como en los otros dos casos, se esperaba una afluencia de 120 alumnos, que no llegan a 30 y toman clases en aulas de una secundaria técnica.

En los tres casos son sedes alternas donde toman clases, escuelas federales o como el caso de Ayotlán la casa de la Cultura municipal.

Los alcaldes de esos tres municipios han “empujado” los proyectos, confiados en que para el 2020 les llegará recurso extraordinario para iniciar la construcción de los centros universitarios que tendrían -según el proyecto inicial- una asistencia de mil 280 alumnos.


Chécalo:



Para llegar en burro

Al cuestionarlas sobre la forma del transporte para llegar a las futuras instalaciones, las bromas de los conocidos saltan de inmediato y dicen “ellas son de burro, no de camión” debido a las condiciones en las que está la brecha de alrededor dos kilómetros que lleva al terreno, pero a la Casa de la Cultura municipal se van caminando y saludan a cuanta persona conocen.

Pero cuando tengan las nuevas instalaciones será el problema ya para esa zona no hay transporte público y utilizar los servicios de la moto taxi de lunes a viernes les implicaría un gasto aproximado a los 200 pesos por semana.

El proyecto aún no lo conocen por completo y según lo que les dijeron serán seis salones los que se construyan, tenían tres Maestros y uno de ellos renunció hace menos de tres semanas debido a que tuvo una mejor propuesta económica y renunció al proyecto de formación de los estudiantes.

Tomatlán

La historia en Tomatlán, municipio de la región costa norte de Jalisco, no es distinta, apenas llegan a 30 los alumnos que acuden. El plantel existe solo en planos y mientras tanto los estudiantes toman clases temporalmente en un aula de la secundaria técnica número 18, que se localiza en la zona centro.

Aquí es más complicado que lleguen estudiantes de otros municipios, en todo caso arribarían de algunas rancherías y los caminos rurales están en pésimas condiciones debido al huracán y las dos tormentas tropicales que golpearon a la región durante el temporal que está por terminar.

Ayotlán: predio en abonos

El municipio de Ayotlán, con 40 mil habitantes y 33 escuelas, ve con regocijo la llegada de una universidad a la región, sin embargo, pareciera una tarea casi imposible ya que se trata de un municipio con pocos recursos, donde la pobreza multidimensional entre su población es de un 48 por ciento y solo tiene una escuela de formación para el trabajo, no hay ningún plantel con nivel de licenciatura.

Fue el propio gobierno municipal de Ayotlán el que adquirió el predio de tres hectáreas donde estará la universidad, a un costo de 4.2 millones de pesos.

El presidente municipal reconoce que quedó distante y a las afueras de la cabecera municipal, se sitúa en Ayo Chico.

Tierra sin delimitar

Encontrar en Tecolotlán el lugar donde estarán las instalaciones fue complicado y no todos los habitantes lo conocen ya que la zona conocida como el “Potrero” o “Chapingo” está a unos dos kilómetros de la cabecera municipal, se necesita tener por lo menos motocicleta para subir las pendientes de un camino de brecha, lleno de baches, piedras y algunos hoyos.

La sorpresa que uno se encuentra en esta zona es que la “Universidad” ni siquiera está delimitada en el terreno, al menos en donde el poblador tiene idea de que se construirá ya que es un terreno privado, junto a una cancha de futbol.

Ante esta situación se optó porque los 27 alumnos de ese municipio y de dos comunidades cercanas tengan que estudiar Ingeniería Ambiental por las tardes en las instalaciones de la Casa de la Cultura, la cual también tiene algunas obras de remodelación.

En esta comunidad, dos Estudiantes que no dieron su nombre explicaron los problemas por los que se tienen que pasar para llegar hasta donde estarían las instalaciones tan prometidas y “no la han construido, apenas están en ese proyecto”.

Las jóvenes desconocían la fecha en la que se pudiera construir el plantel, aunque la idea es que se iniciara en este mes de noviembre y terminar en diciembre, lo cual parece lógico si se toma en cuenta que para las 100 universidades que se construirían hay un presupuesto de mil millones de pesos.

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  • 27 alumnos de la carrera en Ingeniería Ambiental están inscritos en este proyecto federal que se ubica a 115 kilómetros de la capital de Jalisco y en donde el transporte público es escaso.


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