Una verdadera fortaleza es el refugio para migrantes a cargo de la asociación FM4 Paso Libre, ya que al querer ingresar a las instalaciones que se ubican entre la avenida Inglaterra y Washington es prácticamente imposible si no se tiene una cita o algo que hacer, o si no lleva donativos, ya que las puertas tienen cerraduras electrónicas y son de acero de un importante grosor.
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En un recorrido realizado por EL OCCIDENTAL para saber cómo se preparan ante la posibilidad del arribo de miles de migrantes centroamericanos que conforman la caravana que viaja a Estados Unidos desde Honduras, fue imposible pasar más allá de la "ventanita" de atención y que se abre en la puerta de acero, ya que por ahí se asoman los encargados y atienden los temas.
El lugar, una amplia casa que no da la imagen de ser un albergue sino una residencia como cualquier otra de la zona, no cuenta con letreros que la identifiquen como el albergue, por lo que un migrante o un indigente si no conocen la zona o no saben de la ubicación exacta del sitio, no llegarían en caso de requerirlo.
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Además está rodeado con un alambrado electrificado que hace imposible que alguien se pueda meter por las bardas y tiene un sistema de monitoreo con cámaras a través de las cuales se observa quién toca la puerta antes de abrir, primero la ventana y saber qué se desea, y segundo dejar ingresar si es que se cuenta con una cita.
Las personas que estaban al frente del lugar en ese momento sólo señalaron que no se podía dejar ingresar a nadie al sitio si no se tenía una cita con una personas en específico y mucho menos podían dar cualquier tipo de declaración, aunque la intención era conocer si les hacía falta algún insumo para atender a los integrantes de la caravana o si ya contaban con algunos voluntarios para apoyarlos durante la visita de los ciudadanos hondureños.
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Por otra parte la Corporativa de Fundación apoyó la apertura de un albergue para personas centroamericanas en la zona de El Álamo Industrial, replicando el modelo de 40 Casas del Migrante, por la Congregación de los Misioneros Scalabrinianos denominado “Aldea Arcoíris” que abre sus puertas este viernes.
En este espacio “se atiende el fuerte desafío del fenómeno migratorio, al brindar alojamiento, así como capacitación para el empleo de personas solicitantes de asilo, migrantes y población local.
Conscientes de que los migrantes enfrentan una gran cantidad de problemas derivados de la violencia, discriminación, xenofobia y son frecuentemente calificados como peligrosos e incluso delincuentes o terroristas, no se les acepta en todos lados, pero en este espacio se les brindará todo el apoyo, incuso a los integrantes de la caravana hondureña.
En esta Casa, a través de grupos y dinámicas terapéuticas, se ofrecen cursos calificados y certificados como es el caso de refrigeración y aire acondicionado industrial, electrónica, hotelería, gastronomía, repostería, logística y dos cursos que certifican Cisco y Microsoft.
La intención es colaborar en la preparación de las personas en situación migrante para impulsar su integración social y económica y ampliar sus oportunidades laborales, al liberarse de su estatus de indocumentados que los hace invisibles en nuestra sociedad.